El 'reencuentro' de González y Aznar: el 'orgullo' del 78, "nos va la marcha" y el disenso reformista
Los expresidentes que más tiempo han gobernado debaten sobre la Constitución Española.
Se abre el ascensor. Dos hombres caminan juntos: Felipe González y José María Aznar. Los dos presidentes que más años han dormido en La Moncloa. Dos dirigentes enfrentados durante décadas, con dos visiones de España diferentes. Todavía resuenan aquellas palabras de "váyase, señor González".
Hoy los dos han vuelto a sentarse juntos, frente a frente. El motivo: el debate organizado por la Cadena SER y El País, para hablar de los cuarenta años de la Constitución, moderado por la directora de El País, Soledad Gallego-Díaz. Por supuesto, González a la izquierda del escenario y Aznar a la derecha.
73 minutos en los que no han subido el tono como hacían en el Congreso hace años. Más reposados, aclamados, con ese aura de hombres de Estado que practican. Con algunas coincidencias -especialmente la reivindicación del sistema del 78 y contra la críticas destructivas a la Carta Magna-, como también profundas diferencias: González tiene una clara vocación reformista de la ley de leyes y Aznar se muestra reacio a tocarla ante la situación actual.
Dos maneras de pensar que han quedado claras en el salón de actos del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Escuchaban atentamente en las primeras filas María Jesús Montero, Ana Botella, Alberto Ruiz-Gallardón, Javier Solana, Eduardo Madina, Alonso Aznar Botella, Ángel Acebes, Begoña Villacís y Guillermo Fernández Vara, entre otros. Todo oídos, no era pera menos.
A las 19.49 horas arrancaba este particular debate (poco que ver con aquellos días antes de las elecciones generales). Sobre el escenario muchos recuerdos, anécdotas, reflexiones e, incluso, algunas bromas. Algunas más punzantes. Y eso que al principio no se cruzaba apenas las miradas. González es más de tocarse la barbilla, Aznar de atusarse el pelo.
"La marcha en condiciones"
"Una conversación inédita", recordaba Gallego-Díaz antes de darles paso. Dos expresidentes que han ido de menos a más, y que siguen manteniéndose en forma dialécticamente, aunque ya más reposados. Cuando uno ya es "viejo", decía irónicamente el sevillano, lo primero que hace antes de andar es mirar el suelo. Pero, como recordaba, Aznar: "A los dos el debate nos gusta mucho, nos va la marcha en condiciones".
González, ha confesado, es de los que "recuerda y celebra" la Constitución 40 años después. "Me siento muy orgulloso del régimen del 78, antes había otros", ha dicho el expresidente. Aznar, acto seguido, decía que él era "media generación" más joven, pero que también "conmemora y celebra" la Constitución. "Yo también me siento del régimen del 78", ha recalcado en sus primeras palabras.
Una ley surgida, ha recordado González, a través del consenso y ha dicho que en aquellos años no era más fácil que ahora: "La dificultad de ponerse se acuerdo entonces no era menos, sino mayor, había una mochila histórica muy pesada". Al expresidente le preocupa la "falta de valentía" que se puede tener ahora para llegar a acuerdos.
"Tú has vivido en esa casa más años que yo..."
Ahora, ha añadido Aznar, es un país "completamente distinto". Pero ahí sigue estando La Moncloa, que ha sido objeto de comentarios y anécdotas. Aznar se ha atrevido a hacer alguna confesión sobre el complejo presidencial, aunque le reprochaba entre risas a González: "Tú has vivido mas años que yo, te gustaba esa casa, mira que te animábamos a dejarla..." "Más que en ninguna otra", ha dicho su antiguo rival, lo que ha provocado la risa de los presentes.
Y gracias a los dos nos hemos enterado que una mesa del despacho oficial de Moncloa fue un regalo entre Isabel II y el general Narváez, y que hace siglos se utilizaba para "placeres" distintos. "Me la contaste más expresiva", ha revelado Aznar sobre cómo González le relató aquella anécdota. Y le lanzaba otro dardito de Estado en buen tono al sevillano: "Él habla más que yo".
Vuelta a la Constitución: González ha hecho autocrítica en que quizá a los políticos les ha faltado un relato más épico de la Carta Magna, pero es más "fácil la épica del gran fuego, pero derruir es más fácil que construir y reconstruir".
En lo que sí hay diferencias sustanciales es en abordar cambios en la Constitución. González se llama "reformista", mientras que Aznar aboga más por recuperar el orden roto en Cataluña. Desde su posición liberal y conservadora, como ha recalcado, cualquier propuesta de reforma tiene ahora "más riesgo que ventaja". "La primera urgencia es el restablecimiento del orden constitucional, de la ley", ha remachado.
Este verano, ha relatado Aznar, una señora en el sur de España le paró por la calle: "Me dijo las cosas no van bien, don Felipe y usted tendrían que hacer algo". "Esa era Sol", ha comentado entre risas Felipe a continuación.
"Una cosa es la prudencia y otra es el temo", decía González sobre las reformas, siempre defendiendo la soberanía de toda España. Y Aznar agrega: "Estoy proponiendo que se enfrente, de lo que me quejo es que no lo enfrentemos". Y volvía a la historia de los dos: "Anda que no hemos discutido nosotros en serio, y no se nos ha ocurrido nunca romper las reglas del juego".
"Ministra, no suba los impuestos"
Otro alto en el camino. Aznar miraba de reojo a la primera fila y no ha podido cortarse casi al final. "Como está aquí la ministra de Hacienda", ha dicho en referencia a María Jesús Montero: "No suba los impuestos, tiene mucho trabajo, era lo que nos faltaba".
Y vuelta para acabar a Cataluña: "Los sentimientos no generan derechos". A lo que González decía que le preocupaba la "fractura interna" y avisaba de que con la actitud de los independentistas estaban más cerca de perder autonomía "que de ganar la independencia". Su rival y hoy compañero de debate ha recordado su mítica frase de que antes de romperse España se partiría Cataluña ("desgraciadamente es lo que se ha conseguido").
Se acabó. Pasan dos minutos de la nueve de la noche. Se apagan las luces en el Colegio de Arquitectos. Los dos rivales más míticos de la política española en los últimos 40 años se marchan entre una nube de flashes. Y otra cosa tienen en común: piensan que las décadas desde 78 han sido las mejores del país. Y ellos fueron los protagonistas.