Por qué los duques de Cambridge sirvieron una tarta de hace 7 años en el bautizo de su hijo
Se trata de una tradición de la realeza británica que cada vez siguen más matrimonios.
La familia real británica asistió este lunes al bautizo del príncipe Luis, el hijo pequeño de los duques de Cambridge.
En la celebración todo fueron sonrisas, pero hubo algo que llamó mucho la atención: la tarta que comieron los invitados al bautizo fue la tarta de boda de Guillermo y Kate. Recordemos que la pareja se casó hace nada más y nada menos que 7 años.
"En el bautizo se servirán porciones de una de las capas de la tarta de boda del duque y la duquesa de Cambridge", informaba el Palacio de Kensington en un comunicado.
Los duques también sirvieron su tarta de boda en el bautizo de sus hijos mayores, el príncipe Jorge y la princesa Carlota, debido a una tradición de la realeza británica que dispone que los casados reserven pisos de su tarta de boda para estas ocasiones.
Según Kylie Carlson, directora de la International Academy of Wedding & Event Planning, otros matrimonios británicos que no son de la realeza también reservan parte de su tarta de boda por ese motivo.
"El piso inferior está hecho para comer durante el banquete [de boda], mientras que la parte media se sirve tras el evento. La parte superior se guarda después para el bautizo del primer hijo del matrimonio", explica Carlson en una entrevista concedida a Today Food.
El príncipe Guillermo y la princesa Catalina se casaron el 29 de abril de 2011 y en su recepción en el Palacio de Buckingham sirvieron una tarta de 100 kilos y un metro de altura; aunque no se comió toda durante la boda. La tarta, que constaba de ocho pisos y 17 tartas de frutas, fue diseñada por Fiona Cairns.
Cairns explicó en declaraciones a Town & Country cómo fue la experiencia de elaborar una creación tan enorme: "Fue una responsabilidad enorme desde el primerísimo momento. Desde el mismo momento en el que se nos hizo el encargo, desde la llamada de teléfono, pasé noches sin dormir". "Es fantástico echar la vista atrás, pero en ese momento fue estresante, una responsabilidad inmensa", añadió.
El príncipe Enrique y Meghan Markle, ahora duques de Sussex, sirvieron en su boda una tarta poco tradicional de limón con jarabe de flor de saúco recubierta con crema de mantequilla y flores frescas. Fue elaborada por la chef Claire Ptak, de la pastelería Violet Bakery de Londres, y puede que la volvamos a ver si los duques de Sussex deciden tener hijos.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.