¿Qué pasa cuando nace un bebé prematuro?
En España nacen cada año cerca de 30.000 recién nacidos antes de llegar a término.
Pablo Iglesias e Irene Montero ya son padres de Leo y Manuel. Los bebés tenían que haber nacido en septiembre u octubre, pero han llegado antes de lo esperado, convirtiéndose en prematuros. La palabra impone, asusta, incluso aterra, pero hay esperanza: en España nacen cada año cerca de 30.000 niños antes de "llegar a término", tecnicismo con el que se les conoce, y, como el propio Iglesias ha reconocido, en nuestro país la medicina obra "milagros".
Pablo Iglesias ha explicado que los bebés están en "observación" y que la madre se encuentra "bien". Los avances médicos actuales son de tal calibre que, como ha recordado otro político que pasó por lo mismo que Montero e Iglesias, Pablo Casado, estos bebés son auténticos héroes que salen adelante pese a que cada día suponga escalar una montaña.
A los bebés que nacen antes de haberse completado las 37 semanas de gestación se les considera prematuros, tal y como explica la Organización Mundial de la Salud, caso que es el de Leo y Manuel, los hijos de Irene y Pablo. La pareja anunció que iban a convertirse en padres comunicando que ella estaba de "casi 13 semanas". Por lo tanto, han nacido aproximadamente entre la semana 26 y 27 de gestación, por lo que se les considerada "extremadamente prematuros", según la Asociación Nacional de Pediatría.
"No es lo mismo que un bebé nazca en la semana 27 a que nazca en la 35. En los dos casos sería un prematuro, sí, pero los riesgos son diferentes. La índole de complicaciones no tiene nada que ver", explica a El HuffPost la doctora Cristina Ruiz Serrano, neonatóloga del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.
En la misma línea se manifiesta Gonzalo Oñoro, de Dos Pediatras en Casa: "Los riesgos que corre un bebé al nacer un gran prematuro son muchos, desde que fallezca hasta que tenga complicaciones que condicionen el resto de su vida. Esto se debe a que toda la maduración que tiene que hacer un recién nacido prematuro (ya sea por unos días o por muchos meses) la va hacer fuera de donde la naturaleza ha diseñado que se tiene que hacer, es decir, el útero materno. Desde luego que un niño prematuro, si sale a delante, requerirá muchos cuidados a lo largo de su vida".
¿Por qué se da un parto prematuro?
La mayoría de los partos prematuros ocurren de forma espontánea, aunque algunos se desencadenan como consecuencia de la inducción precoz de las contracciones uterinas o del parto por cesárea, ya sea por razones médicas o no médicas. Además, hay varios factores que pueden determinar que una mujer embarazada corra un mayor riesgo de parto prematuro, por ejemplo, según recoge la OMS, "un parto prematuro anterior, embarazos múltiples con mellizos, trillizos, etc". De hecho, la mayor complicación de los partos múltiples es la prematuridad, asegura Ruiz.
"Hay muchos factores que influyen en un parto prematuro, que además han aumentado en un 30% en los últimos 20 años. Las mujeres tenemos los hijos más tarde, la forma de vida no es la mejor (el estrés y la carga de trabajo no ayudan), enfermedades como la diabetes, la hipertensión o la preeclampsia.... Y las técnicas de reproducción asistida, que dan lugar a embarazos múltiples, influyen en este tipo de partos", explica la doctora Ruiz.
Los riesgos
Los niños prematuros no están totalmente preparados para la vida extrauterina, de ahí que cómo transcurra sus primeras horas de vida y los cuidados posteriores que reciban sean factores determinantes en su buen desarrollo. Ya no se trata sólo de que sobrevivan, sino de garantizarles una buena calidad de vida. Los padres son más que conscientes de ello. "Lo que más les preocupa es que salgan adelante y, una vez lo hacen, las secuelas que puedan quedarles", asegura Ruiz.
Como pasa con las complicaciones de nacer prematuro, apunta por su parte el doctor Oñor, "la supervivencia depende del grado de prematuridad con que se nazca". "Los datos de España son: en torno a la 34 semanas, la mortalidad es del 5 por 1.000, en los menores de 27 semanas la supervivencia sin embargo es del 73%. Si nos vamos a los extremos de la prematuridad, las tasas de mortalidad aumentan mucho. Por ejemplo, por debajo de la 25 semanas fallecen el 65% de esos niños durante su evolución. En base a los datos con los que contamos actualmente, la barrera para decir que un niño tiene "muchas posibilidades" de sobrevivir ronda las 27 semanas de edad gestacional".
"Los bebés que nacen con menos de 28 semanas son los que más tasa de secuelas tienen. Básicamente a nivel de sentidos: problemas de retina, auditivos... Son los que más cuidados necesitan", explica esta doctora, que, con todo, asegura que son las dificultades respiratorias las más comunes en los bebés prematuros. "Los pulmones están madurando constantemente, incluso una vez nace el bebé más allá de la semana 37. El principal problema es que les falta surfactante, que es la sustancia que ayuda al pulmón a madurar, por lo que hay que suministrárselo de inmediato. Luego están también problemas digestivos, que hacen que se requiera la sonda para alimentares, lo que a su vez puede dar lugar a infecciones", añade la doctora Ruiz.
A la edad del bebé cuando nace hay que sumar otro factor muy importante que es el peso, según el doctor Oñoro: "No es lo mismo nacer en la semana 26 con 700 gramos que con 400, ya que a menor peso la tasa de mortalidad y complicaciones es más grande. Aquí el límite lo penemos en torno a los 1.500 gramos, ya que con pesos superiores a ese el pronóstico mejora notablemente".
Por todo ello, es clave que pasen la primera etapa de su vida extrauterina en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN), diseñada, según la OMS, para proporcionarles "una atmósfera que limite el estrés y satisfaga sus necesidades básicas de calor, nutrición y protección para asegurar un crecimiento y adecuado desarrollo". "Se trata de que se parezca lo máximo posible al útero de la madre", asegura la doctora Ruiz.
Tal y como expone esta neonatóloga, la mayoría de los prematuros requiere respiración asistida, alimentación vía parenteral y toda una serie de intervenciones, hasta que su organismo pueda funcionar por sí solo. No sólo eso: el recién nacido puede sufrir también hemorragias cerebrales, algo más común, entre los bebés nacidos con menos de 28 semanas. Eso sí, esta experta apunta un factor clave: "Pueden tener secuelas importantes o no tenerlas, cada bebé es un mundo".
Por lo tanto, resulta clave el momento en el que se produce un nacimiento: existe una fuerte relación entre la edad gestacional y la importancia de las deficiencias. Lo que es común a todos ellos es la importancia que tiene el desarrollo de la familia. "Es fundamental que los padres participen en el cuidado de sus hijos. Es más que adecuado el llamado 'método canguro': el piel con piel con la madre, con su padre, que estén con sus hijos, que es el mejor sitio en el que pueden estar", sentencia Ruiz.
Esto mismo es lo que afirma Casado por experiencia propia: su hijo nació a las 25 semanas y pesó 700 gramos. Esto supuso pasar "cuatro meses a pie de incubadora", pero todo el esfuerzo mereció la pena: "Ahora el niño está fenomenal".
Casi el 10% de los niños nacidos cada año en los países desarrollados lo hace de forma prematura; en España unos 30.000 niños, según la Asociación Española de Pediatría.