Qué hacer si eres gay y estás harto de leer tanta mierda en internet

Qué hacer si eres gay y estás harto de leer tanta mierda en internet

Manténte informado sin sacrificar tu salud mental.

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Seguir las noticias puede ocasionar ansiedad a cualquiera, pero para la comunidad LGBTQ, mantenerse al día puede ser particularmente angustiante. Historias sobre discriminación institucionalizada, prejuicios contra personas transgénero, los riesgos de cometer suicidio y abuso sexual contra los queer... todo esto puede tener un precio muy alto en la salud mental.

Pero es imposible evitar las noticias para siempre; hay otras maneras de manejarlo y de mantenerse informado al mismo tiempo. A continuación se incluyen algunas recomendaciones de expertos para el cuidado personal cuando los medios o la cultura que nos rodean son terribles:

Recuerda que la opinión de alguien no es la forma de medir tu valía.

Puede ser fácil perderse en los puntos de vista de los demás, particularmente cuando son negativos. Recuerda que los comentarios en televisión o los artículos en internet no definen cuánto vales, señala Dan Reidenberg, director ejecutivo de la organización Suicide Awareness Voices of Education.

"Quien eres y a quien ames no es una cuestión política, ni está basada en las creencias de alguien más", afirma Reidenberg. "Eso no significa que no haya momentos en los que alguien en los medios te ataque a ti o a alguien que te importa —porque sucede—, pero recuerda que no te conocen".

Habla sinceramente con tus amigos sobre lo que está pasando.

Usa a las personas que te quieren como un foro para tratar estos problemas y confiarles tus sentimientos, sugiere Reidenberg: "Habla con alguien de confianza sobre lo que haces para gestionar la negatividad que percibes en las noticias sobre la comunidad LGBTQ. Pueden estar preocupados por ti y pueden ser una fuente de apoyo, fuerza y ayuda para atravesar estos momentos".

Un estudio realizado en 2011 reveló que salir con amigos puede ayudar a reducir el estrés, así que puedes liberar naturalmente un poco de tu ansiedad en el proceso.

Sé consciente de tus límites y decide qué puedes tolerar.

Deja las pantallas —o el debate— si lo necesitas.

Esto puede parecer obvio, pero conviene repetirlo: a veces los descansos son necesarios, ya sea desactivando las redes sociales o alejándote de una intensa discusión.

"Sé consciente de tus límites y decide qué puedes tolerar... si tienes que terminar una conversación, ya sea en redes sociales o fuera del teclado, hazlo", sostiene la psicoterapeuta Christine Milrod. "Tu salud mental es más importante que ganar una discusión".

Prueba una actividad que te haga sentir bien.

Victor Schwartz, director médico de la fundación orientada a la salud mental Jed Foundation, recomienda seguir una vida saludable: dormir las suficientes horas, hacer ejercicio, escuchar música y mantener una dieta equilibrada. También se ha demostrado que el sexo, el yoga, un baño caliente e incluso un poco de chocolate negro ayudan a reducir la ansiedad.

"De esta forma podrás sentirte mejor y distraerte de experiencias estresantes o angustiosas", apunta Schwartz.

Atrévete con el activismo.

Pronúnciate en favor de asuntos de la comunidad LGBTQ o en favor de una causa completamente diferente, como la adopción de perros, la prevención del suicidio, etcétera. Involucrarse en una organización que contribuya a una buena causa puede motivarte cuando todo lo demás te haga sentir impotente.

"Sentir que puedes solucionar o mejorar un problema, especialmente con un equipo de personas con ideas afines y que brinden apoyo, ayuda a eliminar la sensación de impotencia que puede empeorar una depresión", comenta Schwartz.

Acude a un psicólogo.

La terapia puede ser una herramienta increíble. Varios estudios han demostrado que hablar con un terapeuta puede renovar la mente de manera positiva, lo cual ayuda a los pacientes a lidiar mejor con problemas como la ansiedad o la depresión. Ver a un profesional especializado en materia de salud mental puede ayudarte a desarrollar técnicas y planes de acción.

"Un psicoterapeuta especializado en temas LGBTQ puede ofrecerte maneras de afrontar las reacciones negativas de las personas, los efectos de la depresión, la discriminación, la hostilidad y el rechazo de la familia, amigos y la comunidad en general", señala Milrod. "También te puede ayudar a crear una estrategia para el temor a la violencia en lugares públicos".

Date un capricho con algo simple.

"Apaga las noticias de la televisión... y cambia de tema en tu cabeza, aunque sea algo tonto, divertido o en absoluto intelectual", sugiere Milrod.

Ponte una película divertida, lee tuits graciosos, lee un libro o ve un reality show, lo que sea que no involucre concentración suprema en un tema serio.

No hagas absolutamente nada.

Sí, has leído bien. No siempre es tu trabajo cambiar el mundo o la opinión de otra persona. En cuestión de salud mental, es importante reconocer el momento en que no puedes controlar una situación y debes permitirte descansar, comenta Christine Milrod.

"A veces la mejor manera de cuidarte es apartarte y no hacer nada. Solo déjate llevar", propone.

Nadie debería vivir con miedo, especialmente por ser quien es. Y nadie puede alejarte de ti mismo.

Busca apoyo si sientes algún tipo de riesgo.

Sé consciente de los comportamientos o técnicas poco saludables para lidiar con los problemas, como el abuso de alcohol o drogas o las autolesiones. Si sientes que tu salud mental o física están en peligro, recurre a un experto o a alguien de confianza lo antes posible. Mereces sentirte bien.

"Si crees estasr amenazado, cuéntaselo a alguien. Necesitas apoyo y ayuda para sentirte seguro y a salvo, ya sea por parte de un miembro de tu familia, un amigo en quien confíes, un compañero de trabajo o un psicólogo", recuerda Reidenberg. "Nadie debería vivir con miedo, especialmente por ser quien es. Y nadie puede alejarte de ti mismo", zanja.

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés.