Rihanna se viste de papa en la Gala del Met y responde a nuestras plegarias
La cantante ha vuelto a romper internet y a ser a la más aplaudida del evento.
En 2015 reventó Twitter con su comentadísimo abrigo amarillo de Guo Pei y el año pasado apostó todo al rosa con un vestido imposible de Comme des Garçons que acertaba de pleno con la temática de la Gala del Museo Metropolitano de Nueva York (MET), que buscaba rendir homenaje a esta firma capitaneada por Rei Kawakubo. La muestra de este año, Cuerpos celestiales: la moda y la imaginación católica, buscaba estudiar la influencia de la iglesia católica en la moda y Rihanna, una vez, más hizo los deberes.
La cantante, que ejercía como anfitriona junto a Donatella Versace y Amal Clooney, acaparó todos los focos cuando pisó la alfombra del MET vestida literalmente de papisa. Su traje, plagado de cristales y perlas, es un diseño de John Galliano para Maison Margiela creado especialmente para ella. El diseñador se inspiró en una de las muchas piezas que diseñó para Dior durante los quince años que estuvo al frente de la casa francesa, y que forman parte de la exposición.
Más concretamente, se trata un diseño de la colección de Alta Costura de Otoño/Invierno del 2000, con el que Rihanna no tuvo ningún reparo en posar dentro del museo, terminado su paseo triunfal por la alfombra roja.
El resultado es espectacular y en palabras de la propia Rihanna: "Sería un pecado no ponérselo". La cantante no tuvo suficiente con eclipsar al resto de invitados y bailó al ritmo de Personal Jesus entre estatuas griegas y romanas demostrando que su carisma está al alcance de muy pocos.
Y como cada año, las reacciones en Twitter no se hicieron esperar y ya son muchos los que se han convertido a la religión de la cantante. Otros, la alaban por seguir siempre la temática de la gala y muchos proclaman que es una buena noticia que el papa sea "una mujer, negra y que fume marihuana".
¡Bendita seas, Rihanna!