Ponte en situación: alguien, para librarse de un acosador, le da un teléfono móvil falso y resulta que es el tuyo. Ese individuo piensa que ha ligado y, claro, te escribe por WhatsApp. Te llegan los mensajes, se viene arriba... ¿Qué haces tú? ¿Le sacas de su error o aprovechar para vacilarle un poco?
El protagonista de esta conversación, una de las más extrañas de las que hemos tenido noticia, optó por lo segundo. Pero la historia tiene un final absolutamente inesperado. Todo comenzó así:
Todo comenzó con la odisea de este tío por follarse a Marta un lunes por la mañana (a quien se le ocurre...), que parece ser que le dio mi telefono simplemente para quitarselo de encima (y menos mal). Llamaremos al susoducho "el moja-abuelas". pic.twitter.com/kpzWiMNZ9Z
La cosa se estaba poniendo realmente fea y la conversación no dejaba de subir de tono. Vaselina y coprofagia, un combo terrible:
Como lo peor que podia hacerme el moja-abuelas ya lo había hecho, pensaba que ya no podría ser peor (iluso de mi) así que al menos intenté salvar su alma cuñadil. pic.twitter.com/UBGrWl7FuU
El caso cuñadil ya empezó a alarmarme asi que sometí al sujeto a pruebas. Creo que debí haberle pedido que me ingresara 1000 euros porque seguro wue lo hubiera hecho. Yo ya era mezcla de mi mismo con Marta, me llené de empatía y eso que ni la conozco. pic.twitter.com/Br1SN58Tv1
La cosa no mejoró. El acosador pasó a los insultos y, bueno, en su desesperación...
Despues de empatizar con marta para intentar que el moja-abuelas me dejase de hablar. Recurrió a su táctica más común: el victimista.
Sorprendentemente, usó algo tan sorprendente como los insultos. Hasta que se dio cuenta de que efectivamente Marta se habia puesto muy morena. pic.twitter.com/Cj0Z82TItA
El moja-abuelas iba enzarpadísimo. Yo temía por mi vida. Fue horrible, utilicé todo lo que podía para defender mi seguridad. A un gran depredador como el moja-abuelas eso le da igual. Irá a por ti. pic.twitter.com/Kz54AlXe3j
Pero todo estaba a punto de cambiar. El chico que llevaba un buen rato troleando al acosador descubrió que no había acosador... y que la víctima del troleo era él: una amiga suya llevaba un buen rato quedándose con él.
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