La Policía investiga el pasado de Ana Julia Quezada en Burgos
Las pesquisas se centran en la muerte "accidental" de una niña a la que cuidaba.
Las Fuerzas de Seguridad investigan datos sobre los años que residió en Burgos Ana Julia Quezada, detenida este domingo por la muerte de Gabriel Cruz, el niño de 8 años desaparecido en febrero en Las Hortichuelas (Almería), por si estuviera relacionada con algún otro suceso.
Según han informado a Efe fuentes policiales, los agentes están recabando la mayor información posible sobre el paso de Quezada por Burgos, donde en la actualidad reside una hija suya de unos 20 años.
El País menciona que las sospechas se centran en un caso ocurrido allí: la muerte de otra niña de cuatro años a la que cuidaba junto a su hermana de dos años. Algunos vecinos de la familia burgalesa para la que trabajaba han explicado al diario que la pequeña cayó por una ventana.
"Aunque siempre pareció raro que hubiera podido hacerlo sola", asegura un vecino, según El País. Ana Julia no fue sospechosa y el caso concluyó como una "muerte accidental", según fuentes consultadas por el diario, que no recuerdan si la mujer se encontraba en la vivienda cuando la niña falleció.
La ahora detenida llegó a Burgos procedente de su país natal, la República Dominicana. Allí estuvo residiendo con quien entonces era su pareja hasta que los dos se desplazaron en 2014 a la localidad de Las Negras, en Níjar.
La camiseta que puso a la Policía tras su pista
El cadáver de Gabriel Cruz, que desapareció el 27 de febrero en Las Hortichuelas (Níjar, Almería), fue encontrado en la mañana del domingo por las fuerzas de seguridad en el maletero del coche de Quezada, quien ha sido detenida en la localidad de Vícar durante un amplio operativo policial.
Vecinos de Las Hortichuelas han asegurado que comenzaron a sospechar de ella cuando, el sábado 3 de marzo, Quezada afirmó haber encontrado una camiseta interior de color blanco del menor cuando caminaba junto al padre del desaparecido. Esa camiseta contenía restos de ADN del niño.
Con el hallazgo del cadáver, la detención de Quezada y su traslado a la Comandancia de Almería se ha puesto fin a 12 jornadas de angustiosa búsqueda de Gabriel, en la que según los datos de la Delegación del Gobierno en Andalucía trabajaron 1.487 profesionales y 2.574 voluntarios.