8-M: Un día para la historia
Movilización sin precedentes en España en defensa de la igualdad entre hombres y mujeres.
"Paramos para cambiarlo todo" ha sido el mensaje de la multitudinaria manifestación feminista del 8 de marzo en Madrid, que ha echado a andar con la firmeza de las que caminan sabiendo que hacen historia. Estaban convocadas marchas en toda España. En la capital, decenas de miles de personas se han echado a la calle y han recorrido la ciudad, desde Atocha hasta Plaza de España.
La marcha, sin precedentes, ha tenido que abrirse paso entre la multitud que abarrotaba todo el recorrido antes incluso de que empezase. No cabía un alfiler. Las consignas a favor de la igualdad y contra la violencia machista se han sucedido sin cesar, coreadas por decenas de miles de mujeres de todas las edades, profesiones y colores (y también muchísimos hombres).
"¡Madrid será la tumba del machismo!", "¡Qué no, que no tenemos miedo!", "Ni una agresión sin respuesta, la noche y la calle también son nuestras!".
Anna Laura Panizza acaba de llegar de Bélgica. "Ni una menos" se lee en la camiseta de esta joven. Explica que ha postergado la visita a su madre, en Logroño, para estar en la marcha de Madrid. "Hoy como mujeres tenemos que estar aquí, porque hoy es un día de cambio, de cambio de verdad", comenta.
Mientras, su amiga Cristina Marcos le pinta el símbolo de la mujer en una mejilla. Cuenta que lleva desde la víspera tratando de comprar lazos. Le ha resultado difícil: "En las tiendas no había nada morado, ni cintas, ni pinturas, ni purpurina".
La multitud no ha dejado de gritar: "¡Vosotros machistas, sois los terroristas!", "¡Manolo Manolito, hoy te cuidas tú solito!", "¡Hay que quemar la conferencia episcopal!".
A ratos suena la música de los vehículos que encabezan la manifestación y la gente se echa a bailar. Una señora de unos 60 años baila a ritmo de reggaetón feminista con pasos de salsa, mientras ríe y comenta que esto es "impresionante, alucinante".
"Me dan rabia las mujeres que están en contra de esto", comenta Lorena Saiz, una joven madrileña. "No lo entiendo, de verdad", agrega.
No han faltado carteles con consignas feministas: "Yo no he nacido de la costilla de un hombre, sino del coño de mi madre", "Sin Hermione, Harry (Potter) habría muerto en el primer libro" o "Somos las hijas de las brujas que no pudisteis quemar".
Un turista que trata de llegar a alguna parte se ve atrapado en medio de la marcha. "This is crazy", musita.
Tras más de dos horas, pasadas las 9.30, la manifestación ha llegado al final de la Gran Vía, donde se ha leído el manifiesto. "Esto tendrán que contarlo los libros de historia", han señalado las organizadoras de la movilización entre aplausos.
Han remarcado que este 8 de marzo es por todas las mujeres, "por las que no están, por las que vendrán, por todas". Las sonrisas y algunas lágrimas se han entremezclado al final de la lectura, que ha concluido con una atronadora ovación.
El clamor que ha recorrido hoy Madrid ha sido histórico, y su eco aún resuena.
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