Roi y Cepeda: "Los Javis transmiten unos valores que son brutales"

Sonrientes y naturales. Cepeda y Roi, dos de los concursantes más queridos de Operación Triunfo 2017, se muestran en persona exactamente igual que lo hicieron durante su paso por la Academia.

La naturalidad y la complicidad son las señas de identidad de esta pareja, apodada por el público como Cepoi y aspirante a formar el dúo Presuntos nominados, y así lo demostraron en su visita a El HuffPost. Los dos gallegos protagonizaron un divertido encuentro en Facebook, donde se entrevistaron el uno al otro, contestaron las preguntas de los lectores e hicieron revelaciones. "Amaia y Alfred están liados", dijo entre risas Cepeda, haciendo alarde de retranca.

Preguntarles cómo se sienten fuera de la Academia es obligado. Tres semanas después de su marcha, Cepeda asegura sentirse igual de dentro que cuando empezó. "Pero estás fuera", le recuerda su amigo. "Sí, gracias a ti, pero tú ahora también estás fuera", le replica. Siempre desde el cariño.

Siguen conectados entre ellos y prometen que será así en el futuro —"yo a este hombre lo voy a tener para siempre", asegura Cepeda sobre Roi—, con sus compañeros y con sus profesores, especialmente con Los Javis. El domingo estuvieron en la fiesta de cumpleaños de Javier Calvo y el lunes por la noche disfrutaron con ellos el éxito de La Llamada, ganadora del Premio Feroz a Mejor Comedia.

"Me parecen dos referentes en la sociedad española actual y transmiten unos valores que son brutales", dice Roi de sus profesores y ahora también amigos. "La llamada es de un valor enorme", añade Cepeda. "Y el discurso. Ver cómo se emocionó al final. Se ve qué es verdad", añade Roi sobre las palabras de Calvo al recoger el galardón.

Su tono de humor pasa a segundo plano cuando se les preguntan temas más serios. ¿Cómo se ven dentro de un año? Cepeda lo tiene muy claro: "Me veo haciendo mis canciones, mis temas. Para mí o para otros". Roi, que dejó la orquesta Olympus donde cantaba antes de entrar en OT, quiere aprovechar el tirón: "Seguir formándome musicalmente, aprendiendo y haciendo mis cosas". "Y si hay que volver a las orquestas en un futuro, se vuelve", aclara.

Lo de vivir juntos no lo tienen tan claro. "Es que tiene novia y qué pinto yo ahí con el candelabro", aclara Cepeda. Y Roi aprovecha para recordar que está buscando piso. "Si alguien sabe de alguno..."

Revelaciones han hecho muchísimas, como que Cepeda no empezó a cantar hasta la Universidad (antes era del coro del colegio) o que se le quedó con las espina de cantar Linkin Park. También que le encanta Black Mirror —"es una crítica social increíble"— y que su comida favorita es la tortilla de su madre: "Podría comerla todos los días".

Roi se queda con el conejo que hace su abuela y las filloas. En series no tiene dudas: Juego de Tronos. La he visto cuatro veces: "Sólo veo Juego de Tronos y cuando la acabo la vuelvo a ver. La vi solo, con mi madre, con mi novia y la vi solo otra vez porque quise". De fútbol también hablan aunque no se revelan grandes seguidores del deporte rey. Roi prefiere quedar bien con los equipos de Galicia, aunque también le gustan el Madrid y un poco el Barça. Cepeda, menos seguidor todavía, hace una confesión: "Mi abuelo era muy fan del Madrid. Se cabreaba siempre que perdía y un día mis tíos para joderle me regalaron toda la equipación del Barça y hasta una cubertería. Fui donde mi abuelo y se puso el blanco... Soy un poco del Barça por eso, pero no soy del Barça".

Convertidos en un pack desde que salieron de la Academia, también han tenido tiempo para repasar esos tres meses que le han dado fama. "La primera vez [gala 0] estaba tan rechoncho...", confiesa Cepeda, para el que su mejor actuación fue la primera (la que hizo con Aitana). "Yo noto que hemos aprendido. Si no aprendes en tres meses es para darte con la mano", añade Roi.

¿Y lo mejor del concurso? Los compañeros. "Me quedo con el vínculo que hemos conseguido crear", asegura Roi, que como Cepeda no puede ver el 24 horas porque siente penita. "Ves a Aitana con mi jersey y no puedo decirle nada...", termina confesando Cepeda.