Alemania rechaza el indulto del 'contable de Auschwitz'
Oskar Gröning fue condenado en 2015 a cuatro años de cárcel por complicidad en el asesinato de 300.000 judíos.
La Fiscalía alemana ha rechazado el indulto solicitado por el nonagenario Oskar Gröning, exmiembro de las SS hitlerianas conocido como el 'contable de Auschwitz'. En 2015 fue condenado a cuatro años de cárcel por complicidad en el asesinato de 300.000 judíos.
La última opción que le queda ahora a Gröning para evitar la cárcel es solicitar su indulto ante el departamento de Justicia del estado federado de Baja Sajonia.
La Fiscalía de Hannover había informado de que pretendía citar en breve al anciano, de 96 años, para su ingreso en prisión, después de que el Tribunal Constitucional rechazara el recurso presentado por sus abogados alegando que no se había tenido en cuenta el precario estado de salud del condenado.
Gröning ingresó en 1941, con apenas 20 años, en las Waffen-SS y dos años después empezó a servir en Auschwitz, donde asumió el cometido de incautar las pertenencias de los deportados y de hacer las correspondientes transferencias a Berlín.
La acusación se centró en su papel en la llamada 'Operación Hungría', de mediados de 1944, cuando llegaron a Auschwitz alrededor de 450.000 judíos, de los cuales unos 300.000 fueron asesinados.
A Gröning, quien tras la caída del nazismo pasó por un campo de internamiento británico y luego volvió a la vida civil como contable en una fábrica de vidrio, se le había abierto sumario en 1977, pero quedó sobreseído en 1988.
Su proceso en Lüneburg fue un ejemplo claro de los juicios tardíos por los crímenes del nazismo, abiertos tras el precedente marcado por el caso del ucraniano John Demjanjuk, condenado en 2011 a cinco años de cárcel por complicidad en las muertes del campo de exterminio de Sobibor, en la Polonia ocupada.
Complicidad moral
Gröning admitió en el juicio su "complicidad moral" en las muertes del campo de exterminio de Auschwitz y pidió perdón a los supervivientes y familiares de las víctimas de la acusación particular, además de lamentar no haber actuado en consecuencia ante unos crímenes de los que, dijo, fue perfectamente consciente.
La condena a cuatro años de cárcel superó la petición de la fiscalía -que había solicitado tres años y medio-, mientras que la defensa pedía la libre absolución del acusado.