Una prevención modélica, una amenaza latente
España ha sido y es un referente mundial en la prevención de atentados yihadistas, alerta desde el mazazo del 11-M de 2004.
España, desde el mazazo del 11-M de 2004, cuando el yihadismo dejó 192 muertos y más de 2.000 heridos en Madrid, se ha convertido en un referente mundial en lucha contra el terrorismo de corte islamista. Tanto la Inteligencia como los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado -Guardia Civil, Policía Nacional y cuerpos autonómicos- están en la vanguardia, tanto en la prevención de ataques como a la hora de efectuar detenciones. El hecho de que la comunidad musulmana en España esté mejor integrada que en otros puntos de Europa había reducido también la potencial radicalidad de algunos de sus miembros, al contrario que sucede en las periferias de París o Bruselas.
Aunque es muy fácil matar, como ha quedado constatado hoy en Barcelona, se hace un trabajo importante. La progresión de su trabajo policial la cantan los números. Las operaciones contra el yihadismo pasaron de ocho en 2012 a diez en 2013, 13 en 2014, 36 en 2015 y otras tantas en el pasado 2016, según datos de la Secretaría de Estado de Seguridad. De la misma manera que crecen las redadas crecen los arrestos: 20, 21, 36, 75 y 69 en los citados años, respectivamente. En los primeros seis meses del año 2017 los operativos ascienden a 27 y los arrestados, a 37.
A principios de junio, cuando se cumplieron dos años desde la activación del nivel 4 de alerta antiterrorista en España, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, explicó que se ha detenido a 173 personas en territorio nacional.
Según el Libro Blanco y Negro del terrorismo 2000-2016, España es el país comunitario con más víctimas del terrorismo en lo que va de siglo, a pesar de que ETA anunció en 2011 el fin de sus atentados y de que el yihadismo no ha actuado en territorio nacional desde el 11-M. En total, se han contabilizado 253 muertos en nuestro país. El atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid sigue siendo el que mayor número de víctimas ha causado en Europa.
ALUSIONES CONSTANTES
Pese a que no se habían producido más ataques yihadistas en España desde 2004 hasta hoy, el número de amenazas que recibe nuestro de grupos terroristas como Estado Islámico o Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) se ha duplicado en 2016 respecto a 2015, según el último balance de terrorismo elaborado por el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo correspondiente al año pasado, avalado por el Ministerio del Interior.
Así, hasta noviembre de 2016 se habían contabilizado "un total de 43 menciones de los grupos yihadistas a España, prácticamente el doble de las registradas el año precedente", indica este documento. "Las menciones a España fueron constantes a lo largo de todo el año. Algunas veces se efectuaron mediante amenazas directas, con llamamientos expresos a atentar contra España y contra sus ciudadanos; otras veces se hizo referencia mediante imágenes o expresiones que también podían entenderse como amenazadoras, aunque formalmente no se expresaran como tales", asegura el informe.
Además, al igual que en 2015, las alusiones a Al-Andalus fueron las más numerosas entre las referencias a España. Mientras en 2011, la propaganda yihadista mencionó dos veces a este territorio, el pasado año fueron 20 las veces en las que hicieron este tipo de referencias. También han estado presentes en los pronunciamientos yihadistas las menciones a Ceuta y Melilla o a la presencia de España en Irak.
Por otro lado, Estado Islámico (Daesh, ISIS, EI) ha acaparado el mayor número de alusiones a España en 2016, mientras que el máximo líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, llegó a hacer referencia expresa hasta en dos ocasiones a la recuperación de Al-Andalus. Un dato que este informe resalta es que "los grupos yihadistas han comenzado a utilizar el idioma español en sus comunicados o en sus vídeos con cierta regularidad. A través de Telegram, el Estado Islámico puso en marcha canales propagandísticos en español".
ESPAÑOLES QUE SE ENROLAN
En otro punto, el informe también aseguraba que los servicios antiterroristas contabilizaron a finales de 2016 hasta 204 personas, españolas o residentes en España, que habían viajado a Siria o Irak para integrarse en las filas de los grupos yihadistas. De ese total, un 20% eran de nacionalidad española, mientras que un 65% eran marroquíes y un 15%, de otras nacionalidades.
De todos ellos, Interior tiene constancia de que unos 30 han regresado a España o a otros países, y varios de ellos han sido capturados y permanecen en la cárcel. "Algunos retornados de los que se tiene constancia no han sido detenidos, sino que han sido sometidos a medidas de control y vigilancia por interés policial", explica el texto.
En este sentido, se recuerdan las advertencias de la Fiscalía General del Estado de que "los combatientes terroristas desplazados es una de las mayores amenazas a la seguridad de toda la comunidad internacional y de la Unión Europea en particular".
Para la Fiscalía, agrega el informe, la principal amenaza yihadista en España proviene de los combatientes españoles integrados en el Daesh "que pudieran retornar para llevar a cabo acciones operativas o contactar con terroristas autónomos e individuos auto radicalizados en suelo español para atentar en nuestro territorio, incluyendo los entornos personales y/o familiares de estos combatientes".
Asimismo, entre los 200 yihadistas desplazados desde España más de 45 murieron "como consecuencia de la participación de estos desplazados en combates o en actos terroristas", subraya el documento. No obstante, recalca que "la cifra de desplazados a las zonas de conflicto desde España sigue siendo muy inferior a la de la mayoría de los países europeos de nuestro entorno". Es el caso de Francia, donde se calcula que son 1.700 los ciudadanos de ese país o residentes que han viajado a Siria o Irak para combatir en las filas del terrorismo yihadista.