Continúan los disturbios pese a que Israel ha retirado sus controles en Al Aqsa
Amnistía Internacional acusa a las fuerzas de seguridad israelíes de "atacar las concentraciones pacíficas de palestinos" cuando se acercaban a la mezquita.
Más de cien palestinos resultaron heridos hoy en nuevos disturbios en la Explanada de las Mezquitas, que estallaron pese a la retirada de las medidas de seguridad impuestas por Israel tras el ataque del día 14 en el que murieron dos policías israelíes y sus tres agresores árabe-israelíes.
"113 heridos fueron tratados en el área durante los enfrentamientos en la mezquita de Al Aqsa y alrededor de la Ciudad Vieja y 15 fueron trasladados a hospitales de Jerusalén", informó la Media Luna Roja en un comunicado.
Las celebraciones de la mañana derivaron en disturbios cuando miles de musulmanes volvieron hoy a orar a la Explanada, donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa, a petición de las autoridades islámicas, que interpretaron la decisión israelí como "una victoria" y desconvocaron las protestas.
Según la Policía israelí, los fieles comenzaron a lanzar piedras a los agentes e hirieron a uno de ellos, así como al Muro de las Lamentaciones, principal lugar de culto judío, que se encuentra a los pies de la Explanada.
"La Policía despejó la zona para evitar heridos", añadió el portavoz policial Micky Rosenfeld, que aseguró que la "situación quedó bajo control".
Los musulmanes habían colocado banderas palestinas en lo alto de la mezquita de Al Aqsa, lo que no está permitido, y estas fueron retiradas por los agentes, informó la portavoz policial Luba Samri.
También hubo tensión en los accesos cuando decenas de personas exigieron la apertura de todas las entradas a la Explanada y amenazaron con no entrar cuando vieron cerrada la de Huta.
En este acceso, muy próximo a la Puerta de los Leones, se encontraban los dos policías israelíes asesinados en el ataque del día 14, lo que motivó la instalación de medidas de seguridad reforzadas por parte de Israel, como arcos detectores de metales.
Amnistía Internacional acusó hoy a las fuerzas de seguridad israelíes de "atacar las concentraciones pacíficas de palestinos cuando se acercaban a Al Aqsa".
"Parecía ser un ataque totalmente no provocado. Algunos palestinos arrojaron botellas de agua vacías como respuesta. Otros, también empezaron a lanzar piedras", indicó Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Oriente Medio y Norte de África de AI.
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DESPLIEGUE ADICIONAL
Las autoridades israelíes han ordenado el despliegue adicional de Policía en Jerusalén debido a la "sensible situación" y mantendrá los refuerzos del Ejército en Cisjordania mañana, viernes, día sagrado musulmán, informó el diario Haaretz en su versión digital.
"La policía responderá con dureza a cualquier intento de molestar a los civiles y policías", advirtió Luba en un comunicado.
Tras once días de protestas, manifestaciones y violencia, Israel decidió retirar la pasada madrugada todas las medidas de seguridad extraordinarias, ante la presión internacional y las advertencias de la fuerzas de seguridad de una posible escalada.
"Las cosas han vuelto a estar como estaban antes, así que volveremos a rezar en Al Aqsa", declaró por la mañana el mufti de Jerusalén, Mohamed Husein, mientras que el ministro palestino de Asuntos Religiosos, Yousef Ides, llamaba a la asistencia masiva a la oración mañana, viernes.
Pero no parece haber amainado la tensión de las dos últimas semanas que se ha saldado con cuatro palestinos muertos y más de 600 heridos, así como varios policías israelíes heridos de levedad.
Además, el pasado viernes un palestino de Cisjordania entró en una colonia israelí y asesinó a tres colonos de una misma familia e hirió a otra, en un ataque que justificó en la "defensa de Al Aqsa".