Guía para que las famosas sepan hablar de feminismo

La palabra "feminismo" aún da miedo en España. También a las famosas, que bien podrían jugar un papel fundamental en la lucha por la igualdad de las mujeres por su capacidad de dar visibilidad al movimiento. Sin embargo parece que a muchas de ellas, a pesar de que cobren menos que los hombres o reciban un trato diferente ante las cámaras, no les interesa el feminismo y hacen esfuerzos por alejarse de todo lo que esté relacionado con ello.

La última que ha dejado ver esta posición ha sido Bebe, que declaró en una entrevista con la revista Woman que no es feminista. A pesar de eso, cree que no hay igualdad en nuestro país y que "hay muchas cosas que seguir mejorando". Con estas declaraciones, la cantante deja entrever una cierta confusión de conceptos. Y no es la primera a la que le pasa.

Hace un mes, la actriz Blanca Suárez también se liaba con el término al contestar a un periodista de Europa Press en la ceremonia de los Premios Internacionales Yo Dona. Aseguró que el feminismo es una moda, aunque lo arregló un poco matizando que es "una moda necesaria". También la actriz Paula Echevarría se metió al jardín, asegurando que "no hay que ser machista ni feminista", ya que "los extremos no se tocan". Tras las críticas, salió en su defensa Cristina Pedroche, que dejó caer que también había confundido los términos, como "el 80% de la población".

Lejos de estas posiciones se encuentran, por el contrario, la mayoría de actrices de la alfombra roja hollywodiense. Emma Watson, Patricia Arquette, Jennifer Lawrence... Todas ellas, junto con cantantes como Taylor Swift o Beyoncé, han tomado el feminismo como bandera y defienden ante las cámaras la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Una idea que también defiende Sarah Jessica Parker pero que, como algunas españolas, se lía con el concepto.

Critican recibir sueldos menores que sus compañeros masculinos, tener menos personajes principales o que siempre se les dé papeles que cumplen a rajatabla los roles de género. Luego está el diferente trato ante las cámaras: a ellos se les pregunta por la dificultad del papel, su trabajo... Mientras que de ellas interesa su vida personal, su atuendo o sus planes de boda.

La implicación de personajes públicos en el movimiento feminista resulta motivador para sus fans y seguidores, sobre todo los de menos edad, que comienzan a interesarse por el tema y toman conciencia de la desigualdad que hay en las sociedades. ¡Hasta Obama se ha declarado feminista!

Por eso, en El HuffPost hemos decidido hacer una guía para que los famosos españoles dejen de liarse con el feminismo y sepan, de verdad, de qué están hablando.

El primer paso es saber de qué se está hablando en cada momento. Como a Bebe, a muchos les puede fallar la definición de conceptos. Por eso, aunque la Real Academia Española de la Lengua aún se esté actualizando en términos de igualdad, hemos elegido su definición de 'feminismo' para aclarar su significado. Por ahora, es la definición oficial.

En cambio, ¿qué pasa cuando uno abre el diccionario por la apalabra machismo?

Aunque no sean las definiciones más completas, sí son las aceptadas oficialmente y las más simplificadas. Por eso, cuando alguien dice que no es "ni feminista ni machista" o que "el feminismo es lo mismo que machismo" nos quedamos así...

Teniendo en cuenta el punto anterior, cabría pensar que cualquier persona con un poco de sentido de la justicia debería autodenominarse feminista y reivindicar el término, no desmarcarse de él. Si defiendes la igualdad de derechos entre hombres y mujeres... ¡Sorpresa! Eres feminista. (Es obvio, ¿verdad?).

Si las actrices necesitan razones para ser feministas, aquí les dejamos algunas que pueden usar como respuesta dentro de su sector (ya que si nos fijamos en toda la sociedad, tardaríamos días en redactar este artículo).

Para saber más motivos no hay más que escuchar las asociaciones de trabajadoras en las artes escénicas, que critican la invisibilidad y la desigualdad en el sector.

Como ya han hecho en otras ocasiones algunas actrices americanas, es bueno rechazar los tópicos y el trato desigual ante los medios de comunicación y las cámaras de televisión. Por ejemplo, Cate Blanchett interrumpió una entrevista en plena alfombra roja de los premios SAG de 2014, para quejarse de las cámaras que la grababan de arriba a abajo todo el cuerpo. "¿Le hacen eso también a los hombres?", le preguntó al cámara.

Los papeles de las mujeres en las películas y series, hasta hace unos años, han seguido a rajatabla los tópicos y roles de género. Y esto se ha llevado también fuera de la gran pantalla: mientras ellos son preguntados por cuestiones técnicas en las grandes entregas de premios, de ellas interesa más si tienen pensado casarse pronto, qué peinado llevan o si siguen el código de vestimenta. Por eso es importante poner en cuestión este trato, para que deje de darse.

Las actrices españolas tienen que tener en cuenta el poder que tienen. Por eso, a veces es bueno utilizarlo para dar visibilidad a ciertos colectivos y denunciar estas injusticias. Porque cuando las dice alguna figura pública llega a mucha más gente. Y siempre es mejor que los jóvenes sigan el camino de la lucha por la igualdad a que aprendan, erróneamente, que "machismo es lo mismo que feminismo, pero al revés".