Donald Trump vuelve a Europa: por qué tienes que prestar atención a esta cita
La cumbre del G20 pondrá a prueba la fortaleza de la UE y sus aliados ante Trump, Putin y Erdogan.
El presidente de EEUU, Donald Trump, vuelve a Europa. Y eso a muchos les inquieta. No es para menos: es la segunda vez que el líder estadounidense pisa suelo de la UE y el antecedente no podría ser peor. El eje Berlín-EEUU quedó tocado de aquel primer encuentro en la localidad italiana de Taormina en mayo y políticos como el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dejaron claro que entenderse con Trump es, por decirlo suavemente, "una tarea ardua". Esta vez el líder de EEUU quiere "un enfoque común con sus socios europeos", pero tiene un objetivo principal para este viaje. ¿Lo adivinan? Sí, entenderse con Rusia.
Trump partirá este miércoles hacia Varsovia (Polonia) y después se desplazará hasta Hamburgo (Alemania) para participar en la cumbre de líderes del G20. Allí buscará una relación "más constructiva con el gobierno ruso" y quiere que los europeos le sigan. La ciudad alemana será también el escenario del primer cara a cara de Trump con el líder ruso, Vladimir Putin, y con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto. La polémica con el muro, que siempre ha estado latente, vuelve a la primera línea política.
Todo esto, visto desde la perspectiva europea, conlleva una serie de riesgos a los que se le suma otro frente... La canciller alemana, Angela Merkel, anfitriona de esta cumbre tiene claras dónde están las turbulencias: en la política aislacionista y proteccionista de Donald Trump; en los esfuerzos de su colega ruso, Vladímir Putin, por dividir a Occidente, y en el empeño del turco Erdogan en agravar aún más las castigadas relaciones entre Berlín y Ankara. ¿Y te querías perder esta cumbre?
Evitar que la reunión sea un "todos contra Trump" ante las diferencias comerciales, medioambientales, financieras y en materia de inmigración y refugiados. La canciller ha preparado la cita a conciencia, no ha escatimado a la hora de dejar clara su oposición a la nueva política estadounidense y cuenta con poderosos aliados para este objetivo. Desde el presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro indio, Narendra Modi, con quienes ha celebrado sendas reuniones preparatorias, a los miembros europeos del G20, con los que se ha reunido la semana pasada en Berlín y de los que ha partido un mensaje de cerrada unidad en materia de protección medioambiental, libre comercio y ayuda al desarrollo.
Rusia, Rusia, y Rusia. En campaña el presidente de EEUU prometió que mejorarían las relaciones con el país que lidera Putin y ahora, ocho meses después de su victoria electoral llega su primer cara a cara. Claro que las cosas han cambiado: están las acusaciones de injerencia electoral rusa —que salpican de lleno a Trump y a los suyos—, y cómo las relaciones han empeorado después de que Trump endureciera su política contra Siria, tradicional aliado ruso.
Si Trump quiere ganarse a Putin, Merkel no va a ser menos: ya en mayo se desplazó a Sochi después de dos años sin visitar Rusia por el conflicto de Ucrania. "La política internacional significa buscar una y otra vez el diálogo", comentó entonces sobre su decisión de visitar al presidente ruso, consciente de que las relaciones alemanas y europeas con Moscú no se encuentran en su mejor momento. En su visita obtuvo por lo menos la promesa de que la delegación rusa se comportará de manera constructiva y el propio jefe del Kremlin aseguró que su país "está dispuesto a apoyar a la presidencia del G-20".
En el caso de Alemania es Turquía. Las relaciones entre ambos países están en crisis desde que el Bundestag aprobara el pasado año una resolución que condenó el genocidio armenio hace cien años y por las consecuencias del fallido golpe de Estado del que pronto se cumplirá un año. El líder turco, Recep Tayyip Erdogan solicitó esta semana celebrar un mitin con sus compatriotas residentes en este país, toda una provocación para el Gobierno de Merkel, que rechazó la petición de manera tajante. El carácter imprevisible de Erdogan hace que sea uno de los posibles quebraderos de cabeza de la canciller alemana.
Y en el caso de EEUU el problema de esta cumbre es, cómo no, México. La otra reunión entre ambos líderes genera mucha expectación ya que es la primera que mantendrá Trump con Peña Nieto después de que el mandatario mexicano cancelara una visita a la Casa Blanca a comienzos de año por las tensiones sobre el muro fronterizo.
Además de la insistencia de Trump en que México acabará pagando la construcción de ese muro, el magnate ha acusado al país vecino de prácticas comerciales injustas y ambas naciones prevén comenzar en agosto la renegociación del acuerdo de libre comercio TLCAN, del que también forma parte Canadá.
A estas alturas de la semana queda claro que, en lo que a política internacional se refiere, se avecinan días "moviditos".