La pareja de lesbianas que hizo cambiar de opinión a Angela Merkel
"Venga a visitarme a mi casa, donde vivo con mi pareja lesbiana y ocho niños adoptados".
Se llaman Christine y Gundula Zilm y han tenido algo que ver en la aprobación del matrimonio igualitario en Alemania este 30 de junio.
Como cuentan los medios alemanes, esta pareja de mujeres conoció a la canciller alemana durante el invierno de 2015 y este encuentro no la dejó indiferente. En una entrevista concedida a la revista femenina Brigitte y retransmitida en directo en un teatro de Berlín el pasado lunes 26 de junio, Angela Merkel relató este momento.
"Viví una experiencia que me conmovió en mi circunscripción electoral de nacimiento", explicó. Allí la canciller tuvo la oportunidad de charlar con una de sus electores, Gundula Zilm, a quien le confió que el "punto de fricción" que tenía con el tema del matrimonio gay era "el bienestar del niño".
Entonces Gundula Zilm le propuso a la canciller alemana que fuera a visitarla con estas palabras: "Venga a visitarme a mi casa, donde vivo con mi pareja lesbiana y ocho niños adoptados. Viven con nosotras desde hace tiempo y pienso que les va bien".
"Si las agencias de protección de la infancia confían en una pareja lesbiana con ocho hijos adoptados, entonces el Estado no puede seguir utilizando el bienestar del niño como un argumento en contra de las adopciones", comentó la canciller antes de añadir: "Me gustaría orientar el debate hacia una dirección que plantee una decisión de conciencia, en lugar de querer imponer algo".
Fue así como, durante esa entrevista, Angela Merkel levantó su oposición de principio al matrimonio entre parejas del mismo sexo. En 2013, se opuso de forma rotunda, manifestando su temor por las posibles consecuencias sobre el bienestar de los hijos de las parejas casadas. Su partido democristiano (CDU) también se opuso, principalmente por no irritar a su electorado más conservador.
Evidentemente, hubo otros motivos —más políticos— que motivaron este giro. La canciller tenía la presión de sus adversarios políticos sobre esta cuestión social. "Angela Merkel sabía que esta cuestión iba a plantearse de forma muy concreta tras las elecciones", señala a Franceinfo Hans Stark, especialista en política alemana. Al declararse abierta al voto, Angela Merkel daba un paso adelante, dejaba a los diputados de su partido elegir y se redimía de algún modo del resultado de la votación. Por otro lado, ella misma ha votado contra el proyecto de ley, lo que demuestra que, si bien esta pareja lesbiana tuvo un impacto sobre ella, se trata más bien de una estrategia política.
Sea como esta, las palabras que pronunció el lunes durante esa entrevista han tenido rápidas consecuencias que la propia canciller no se esperaba. Los defensores del matrimonio igualitario aprovecharon la oportunidad y pidieron una votación en el Parlamento, que debía tener lugar este viernes 30 de junio. Esta votación se desarrolló como estaba previsto y el matrimonio homosexual se ha legalizado por una mayoría constituida por los representantes de los tres partidos de izquierdas en la Cámara Baja del Parlamento, los socialdemócratas, los ecologistas y la izquierda radical, más una parte de los diputados de la familia conservadora de Merkel.
De este modo, en menos de una semana y sin debates (o casi: han bastado 38 minutos para que los diputados se decidan sobre la cuestión), Alemania ha salido del círculo cada vez más cerrado de los países occidentales que no habían legalizado el matrimonio igualitario. Sólo con imaginárselo, Christine y Gundula Zilm ya lo celebraban: "Cuando se confirme que se ha aprobado, lo primero que haremos será ir a comernos unos helados con los niños", afirmaron. "Se pondrán locos de alegría".
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Francia y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano