Detenido por robar artículos electrónicos en la tienda en la que trabajaba y venderlos en Wallapop

Detenido por robar artículos electrónicos en la tienda en la que trabajaba y venderlos en Wallapop

El individuo, que actuaba en Marbella, tenía más de 500 registros en venta en la aplicación valorados en 30.000 euros.

EFE

Agentes de Policía Nacional han detenido en Marbella (Málaga) a un hombre de 48 años por hurtar artículos electrónicos del establecimiento comercial en el que trabajaba y venderlos a través de la aplicación Wallapop —donde tiene unos 500 registros de venta—.

En el transcurso de la operación, en la que se ha detenido a otra persona —un varón de 36 años afincado en la localidad axárquica de Vélez-Málaga—, se han recuperado efectos procedentes de los hechos investigados valorados en 30.000 euros.

Igualmente, los agentes han averiguado que el segundo investigado daba salida a los artículos de dos modos, bien a través de la aplicación Wallapop, o bien a través de personas de su confianza.

Las pesquisas, que también han concluido que el detenido daba salida a algunos artículos vendiéndoselos a personas de su confianza, comenzaron a raíz de la denuncia presentada por el responsable de seguridad de un establecimiento de Marbella, que daba cuenta de la sustracción en doce días de efectos valorados en 13.700 euros por parte de un coordinador del departamento de electrónica.

MERCADO NEGRO

La investigación ha permitido a los agentes descubrir que el empleado, que trabajaba como coordinador y vendedor en el departamento de electrónica del comercio, aprovechaba su estancia en el puesto de trabajo para apropiarse de distinto material electrónico que posteriormente vendía a otra persona que a su vez le daba salida en el mercado negro, según han explicado desde la Policía Nacional a través de un comunicado.

Continuando con las pesquisas en torno a la identificación y localización del receptador, estas condujeron a los investigadores hasta un varón asentado en la localidad de Vélez-Málaga. El hombre recibía del empleado entregas periódicas. Los contactos se llevaban a cabo en lugares apartados y aparcamientos de superficies comerciales de la provincia. Allí, el ya extrabajador entregaba a su compinche el material sustraído y recibía de este las ganancias de la remesa anterior.

De las investigaciones se desprende que el principal investigado, a lo largo de dos años, habría llegado a apropiarse de artículos electrónicos de alta gama —ordenadores, tabletas, ratones, discos duros, teléfonos relojes, juegos, protectores de pantalla o videoconsolas, todos ellos de última generación— valorados en unos 30.000 euros.

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