10 razones por las que nunca visitar Moscú
Y no hemos hablado de las bajas temperaturas invernales...
No podemos ocultar más la verdad. Moscú no es el mejor sitio para pasar un fin de semana o unas vacaciones. En realidad es un lugar que mejor que nunca visites. Y aquí tienes 10 razones para no hacerlo.
De acuerdo, la cocina rusa está bien pero cuando vas a comer o a beber siempre hay algo llama la atención además de la comida. Al final no sabemos qué mirar: las vistas o el plato. 0 contra 10. Mejor, comer en casa.
Ten cuidado. Son maravillosos, impresionantes e incomparables. No podemos garantizarte que no quedes fuertemente impresionado, entonces, ¿para qué arriesgarse?
Está llena de gente y es muy ruidosa. Todo el mundo está bailando, gritando, pasándoselo en grande. Además hay todos esos bares con terrazas al aire libre y vistas a la ciudad. Moscú nunca duerme. Considérate advertido.
Por ejemplo, en el centro de exposiciones de la VDNKh. Todavía es el hogar de monumentos soviéticos, fuentes con estatuas de oro, pabellones construidos hace 75 años, el Museo de la Cosmonáutica, el monumento de El obrero y la campesina... ¿Verdad que es horrible? A nadie le gusta la historia.
El Día de Moscú (el primer sábado de septiembre) está lleno de fuegos artificiales, conciertos gratis y todo tipo de espectáculos, igual que el 9 de mayo con su gran espectáculo del desfile militar del Día de la Victoria. ¿De qué va todo esto? Gritos, ruido, multitudes y como resultado dolor de cabeza. Horrible.
Cada julio se plantan unas 600.000 flores cerca de la Plaza Roja y está ahí durante más o menos un mes. Esto puede provocar alergias y la Plaza Roja no es un jardín botánico, ¿no?
Querías ir a un parque normal con árboles y hierba... Y resulta que lo que te encuentras es una antigua residencia de la época zarista, una hacienda del siglo XVIII o algo así. Palacios, jardines, huertos de árboles frutales, estatuas y más palacios. ¿Y dónde están los árboles y el césped?
¿Un edificio con forma de huevo? ¿Y qué?
Seamos honestos, mejor que no vayas. Nunca llegarás a ver todas las estaciones de metro y cada una es única. Hay monumentos, cafés, un museo y cabinas fotográficas por todas partes. Incluso hay una estación construida en un puente sobre el río. ¡Es peligroso y siniestro!
Este artículo fue escrito por Ígor Rozin para Russia Beyond the Headlines