El horror de Mosul: mujeres embarazadas dan a luz donde pueden mientras huyen da la muerte
Menores de edad huyen de la guerra con sus hijos recién nacidos en brazos.
Layla tiene tres días y nació en los escombros de una casa abandonada, con bombas y disparos a su alrededor. Su madre se llama Rehab, tiene 17 años y se hallaba en Mosul en el momento del parto. Estaba a punto de salir de cuentas pero la violencia de su barrio la obligó a huir junto a su familia en mitad de la noche. Rehab no paraba de caerse sin parar en la huida y se puso de parto en el camino.
Es una de las mujeres a punto de dar a luz que huyen del Estado Islámico durante la sangrienta batalla por el oeste de Mosul. El grupo terrorista usa cada vez más civiles como escudos humanos y los continuos ataques aéreos están obligando a mujeres a punto de dar a luz a huir para salvar sus vidas. Algunas, como Rehab, son menores y tienen que parir en la huida.
Lo denuncia la ONG Save The Children, que ha recogido los estremecedores testimonios de algunas de estas supervivientes. "Me puse de parto en la carretera. Tenía mucho miedo por mí y por el bebé, pero mi madre y otra mujer me ayudaron", cuenta Rehab, "Fue muy rápido, unos 15 minutos. Descansamos durante media hora y luego seguimos huyendo".
Actualmente la familia se encuentra en el centro de recepción Hamam Al Alil, donde más de 242.000 personas se han registrado desde que comenzó la ofensiva en Mosul. Las organizaciones como Save The Children distribuyen agua, artículos de higiene y kits para recién nacidos, además de construir y limpiar letrinas en el centro de recepción.
Lubna también nació rodeada de horror. Tiene 20 días y lleva dos semanas en el centro. Su madre Reem tiene 15 años y estuvo de parto dos días, pero no obtuvo asistencia médica. Cuando tuvo fuerzas, huyó con su madre y otros miembros de la familia.
"Su parto fue muy duro, muy muy duro, pero no podíamos hacer nada por la violencia en las calles. Habían matado a mi hermano y queríamos irnos, pero Reem estaba demasiado débil, así que nos quedamos cinco días y después huimos. Gracias a Dios Lubna está bien, pero estamos muy preocupados por ella, por si se pone enferma en un sitio como este", cuenta la abuela del bebé.
"La situación dentro del centro de recepción es extremadamente pobre y hay una grave escasez de comida, agua y mantas. Familias enteras están durmiendo sobre cartones, abrazándose para darse calor", afirma Aram Shakaram, director adjunto de Save the Children en Irak. "Bebés muy pequeños, algunos de días o semanas de vida, y sus madres, algunas de 15 años, no tienen la ayuda que necesitan. Con 325.000 personas desplazadas desde que comenzó la ofensiva en Mosul y miles llegando cada día, es imperativo que consigamos más fondos para ayudar a las madres y a los bebés que están comenzando sus vidas en los campos".