Aprende de los japoneses cómo convertirte en un anciano feliz
La periodista Junko Takahashi, autora de 'El método japonés para vivir 100 años', lo resume en siete puntos claves.
Pensar en longevidad es pensar en Japón. Y relacionar este término con el país del sol naciente no es fruto de la casualidad, es una cuestión de estadística.
Japón es líder en la lista de países más longevos del mundo desde hace años. Tales son esos datos que en 2013 la revista científica The Lancet publicó un estudio realizado por Kenji Shibuya, investigador de la Universidad de Tokio (Japón), en el que se analizaban las causas de por qué la esperanza de vida había aumentado tanto en ese país desde 1950.
Pero no se trata sólo de encontrar la fórmula para poder vivir muchos años, se trata de vivirlos bien. De eso también saben mucho los japoneses y de eso habla la periodista Junko Takahashi en su libroEl método japonés para vivir 100 años (Editorial Planeta). "Lo que trato de explicar es que se puede seguir disfrutando de la vida aunque envejezcamos", explica la autora a El Huffington Post.
Para Takahashi, "hoy no es tan difícil alcanzar los 100 años porque ha avanzando mucho la medicina y la Sanidad ha mejorado considerablemente". Los españoles lo sabemos bien: en el ranking de longevidad, España ocupa el segundo puesto, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Cumplir años no es tan difícil como hace tiempo, lo complicado es mantener la calidad de vida", asegura.
La clave de cómo conseguirlo la buscó (y la encontró) en los propios centenarios, que pese a los años conservan la salud física y mental. Así, mientras buscaba esa respuesta, llegó hasta los 14 protagonistas de su libro, de los que extrajo una conclusión: no hay una única fórmula —"hay tantos modos de vida diferentes como centenarios"—, lo que hay son filosofías de vida similares. "Antes tenía miedo a envejecer, pero me descubrieron que se puede seguir disfrutando", añade.
De las conversaciones con estos 14 centenarios extrajo una serie de conclusiones que resume en su encuentro con El Huffington Post.
Por libertad, Takahashi se refiere a vivir según los deseos de cada uno. "La impresión que he tenido con los centenarios es que son libres y honestos", escribe en su libro. "Honestos en el sentido de que persiguen sus deseos y no se mienten a sí mismos. Si quieren hacer algo lo hacen, sin importarles lo que piensen los demás", señala.
"Es importante tener un motor de vida. Puede ser un objetivo, un trabajo o una afición. Ésta puede ser nadar, correr, hacer cerámica... El motor de vida también puede ser tu familia", continúa. Es el caso de Tomotaro Aikawa, un anciano de 102 años cuyo sueño es "ver los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con su biznieto". Ese fin a medio plazo es, en palabras de Takahashi, "su alegría de vivir" y la razón por la que se cuida a diario. "La mayor causa de la muerte en ancianos es la neumonía. Tengo que cuidarme mucho para no cogerla", le cuenta a Takahashi en el libro.
"No hace falta hacer deporte como tal, pero sí estar activo", apunta la autora. Un anciano activo es un anciano que hace las tareas domésticas, hace la cama [en Japón la gente duerme en futón, un colchón plegable que pesa cinco kilos y que deben recoger a diario], limpia, organiza la habitación... "y también que camina, que no utiliza el coche", continúa. "Lo que no está bien es quedarse en el sofá", dice tajante y vuelve a citar a Tomotaro, que siempre va andando, en autobús o en metro. "Y algunas veces le cede el asiento a personas más jóvenes", añade.
Pasear entra en la lista de actividades que practican a diario los centenarios japoneses. "Según diversos estudios realizados en Japón entre personas de 100 años, la mitad de los hombres y cuatro de cada seis mujeres tienen la costumbre de practicar algún tipo de ejercicio, incluido el pasear casi todos los días", escribe.
Sea salir a pasear, hacer las tareas domésticas o correr los 100 metros como hace Hidekichi Miyazaki (106 años), que sueña con poder enfrentarse a Usain Bolt, lo cierto es que la actividad física constante ayuda a mantenerse delgado y eso es clave. "A cierta edad, la obesidad no es buena aliada", añade. "Según el estudio de los gerontólogos, entre los centenarios hay muy pocos que tengan diabetes", enfermedad que aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares.
Del mismo modo que cuidamos el cuerpo, Takahashi destaca la importancia de cuidar la mente. Mecho Minami, de 102 años, sabe que "chochear es lo último que quiere que le pase" y en Japón existen métodos para evitarlo. "Se venden libros y cuadernos que la gente puede hacer. Más simples que el sudoku. Son libros de sumas, divisiones, para copiar un editorial de un periódico. También sirve leer en voz alta", recomienda la autora.
No se trata de formar una familia. No es más longevo el que se ha casado, ni tampoco lo es quien se ha mantenido soltero. Lo importante es ser una persona que se relacione con otros. "Ser sociable es fundamental. Aunque una persona viva sola no quiere decir que esté sola. Los vecinos y los amigos tienen un papel clave", continúa Takahashi, para la que esas amistades sirvieron de trampolín para que unos centenarios le presentasen a otros.
"La familia también ayuda pero no lo hace todo", asegura la periodista, que en el decálogo del capítulo titulado Amor apunta que "sentir o recibir el amor de otra persona mejora la salud y alarga la vida". Y en eso de entablar relaciones, ya sea en una etapa u otra de nuestra vida, ser amable es clave. "Relaciónate, sal a la calle, habla con la gente, diviértete", escribe la autora.
"Son francos, resueltos, escrupulosos, sociables, curiosos, liberales y tienen un espíritu que les impide rendirse", escribe la periodista sobre los 14 ancianos que entrevistó para el libro El método japonés para vivir 100 años. "Me llamó la atención su espíritu optimista y luchador", añade en su encuentro con El Huffington Post.
Los 14 son personas que "han pasado la época más dura de la historia de Japón y han sobrevivido". Le han puesto al mal tiempo buena cara y han superado los baches de la vida. Los gerontólogos coinciden en que este comportamiento está directamente relacionado con la salud, la reducción del estrés y la capacidad para adaptarse a las situaciones y hacer frente a los problemas. "Nunca pensaron que iban a ser centenarios pero fueron cumpliendo años y ahora quieren seguir haciéndolo", añade.
De este deseo sale también su preocupación por el bienestar, tanto físico como mental. "Estoy convencido de que he llegado a vivir hasta esta edad porque suelo ir al médico de inmediato cada vez que me he encontrado mal, aunque solo fuera un poco", dice Hidekichi Miyazaki. Es todo cuestión de prevención.
Aquí no se trata de qué se come, sino de cómo se come. Para Takahashi fue imposible encontrar una dieta que compartiesen todos los entrevistados, pero sí se dio cuenta de que todos comían del mismo modo. Lo dice en el libro: "Todos aquellos a los que entrevisté destacaron, sin ninguna excepción, tres puntos como claves de su longevidad: masticar bien, comer tres veces al día y no llenar el estómago".
La moderación es fundamental y uno de los puntos que ha empezado a seguir la autora desde ya mismo: moderación en el comer y en el beber. Porque no se trata de abandonar el alcohol, hay centenarios que lo consumen, se trata de no abusar. Como dice Toshinori Wakamatsu, de 100 años, solo hay un secreto: beber sin llegar a emborracharse.