Letizia se pone por primera vez una tiara de reina: la Flor de Lis, la gran joya de la corona española
La reina Letizia es poco dada a usar grandes joyas en su día a día. Desde que su esposo se convirtió en rey, en junio de 2014, la consorte ha sido discreta y comedida a la hora de lucir piezas llamativas, también dada la delicada situación económica de España y los momentos que ha pasado la Casa Real, con el proceso judicial de Iñaki Urdangarin. Además, al haber estado casi un año sin Gobierno, las visitas de Estado y las cenas de gala se han reducido considerablemente, por lo que tampoco han sobrado ocasiones. Para el 75º cumpleaños de la reina Margarita de Dinamarca se decantó por una tiara que le regaló el rey Felipe en su quinto aniversario de boda (valorada en 50.000 euros), pero no había sacado nada del joyero real. Hasta ahora.
La cena de gala ofrecida al presidente de Argentina, Mauricio Macri, y a su esposa, Juliana Awada, en el Palacio Real de Madrid ha sido el momento. Es la primera visita de este nivel desde la del presidente de Perú Ollanta Humala en julio de 2015. La etiqueta era estricta para los 120 comensales: frac para ellos, vestido largo para ellas. Además, condecoraciones oficiales: los Reyes han llevado la Orden del Libertador San Martín y la pareja argentina la recién impuesta la Orden de Isabel la Católica.
Mientras que por la mañana destacó la coincidencia en cómo iban vestidas la esposa de Macri y la consorte de Felipe VI, por la noche sus atuendos han sido bien diferentes. Juliana Awada optó por un vestido de tirantes en color rosa con incrustaciones de cristales de Swarovski de la firma Atelier Gabriel, mientras que la reina lució un vestido negro de terciopelo y manga larga de su modisto de cabecera, Felipe Varela, con banda azul celeste. Un marco perfecto para adornarlo con brillantes.
Por primera vez desde que se convirtió en consorte, Letizia ha optado por una tiara de reina. Esta es la primera ocasión en la que usa una de las llamadas joyas de pasar, una costumbre que impuso la reina Victoria Eugenia y por la que ciertas joyas de altísimo valor se heredan entre las reinas de la familia. Además, se ha decidido por la que es considerada la gran pieza del joyero real de los Borbones: la llamada tiara Flor de Lis, una gran diadema cuajada de diamantes engastados en platino con el emblema de la familia real española y de incalculable valor.
La joya fue creada por los artesanos de la firma madrileña Ansorena para el rey Alfonso XIII, que se la regaló a Victoria Eugenia con motivo de su boda y que esta estrenó en su enlace, en 1906. Inicialmente era algo más pequeña, pero la esposa de Alfonso XIII encargó a la casa Cartier unos añadidos y modificaciones para que fuera aún más espectacular. Es tan importante que se usa en muy contadas ocasiones: María de las Mercedes, la abuela del actual rey, la lució nada menos que en la coronación de Isabel II de Inglaterra.
No solo ha vestido una diadema. Letizia ha completado su conjunto con otras importantísimas joyas. Como pendientes ha optado por unos de brillantes que también pertenecieron a Victoria Eugenia, mientras que en las muñecas ha lucido las llamadas pulseras gemelas, que precisamente salieron de una pequeña corona también de Cartier que la bisabuela del rey desmontó.
La última vez que se pudo ver la célebre tiara fue precisamente en la despedida del rey Juan Carlos. La reina Sofía la lució en la cena de gala que supuso el relevo de su marido a su hijo en el trono, el 19 de junio de 2014.