Sudán del sur, sumido en la hambruna
El Gobierno de Sudán del Sur ha alertado de que varias regiones afectadas por la violencia están sufriendo los efectos de la hambruna, al tiempo que ha advertido de la compleja situación que afrontan otras zonas por la inseguridad alimentaria que experimentan.
"En el estado de Unidad, algunos condados del norte están catalogados como afectados por la hambruna o con riesgo de hambruna", ha explicado el presidente de la Oficina Nacional de Estadística de Sudán del Sur, Isaiah Chol Aruai, en una rueda de prensa en Yuba.
La declaración de hambruna significa que ya existen personas que han empezado a morir de hambre en Sudán del Sur, que se halla en su peor catástrofe de este tipo desde que estalló la violencia hace más de tres años.
LAS PEORES PREVISIONES
El responsable gubernamental ha dicho que el efecto a largo plazo del conflicto que sufre el país unido a los altos precios, la crisis económica y la baja producción agrícola provocarán que unos 4,9 millones de personas experimenten inseguridad alimentaria entre febrero y abril, una cifra que podría ascender hasta las 5,5 millones de personas en julio.
En este instante, unas 100.000 personas sufren hambruna y otro millón está a punto de padecerla debido a la guerra y al colapso de la economía, según datos de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que han emitido un comunicado reclamando una acción urgente para evitar que más personas mueran de hambre. Unicef sostiene que hay 1,4 millones de niños en riesgo de perecer por malnutrición.
Para que se declare la fase 5, la máxima y correspondiente a la hambruna oficial, se debe certificar que al menos un 20% de la población sufre extrema escasez de alimentos, la malnutrición aguda es superior al 30 % y la tasa de mortalidad diaria es de más de dos personas por cada 10.000, cuatro veces más alto de lo normal.
Las organizaciones de Naciones Unidas consideran que frenar la expansión de la hambruna solo es posible si se aumenta la asistencia humanitaria cuanto antes llegando a los más vulnerables. "Los peores temores se han cumplido. Muchas familias han agotado todos los medios que tenían para sobrevivir", dijo el representante de la FAO en Sudán del Sur, Serge Tissot. La mayoría son agricultores o ganaderos que han perdido sus medios para continuar con sus actividades.
La malnutrición crónica se ha convertido en una emergencia de salud pública, con 14 de las 23 zonas analizadas con índices mayores al 15 % de la población y en algunos casos de hasta el 42 %.