Siete razones por las que el veto de Trump a los refugiados es injusto, hipócrita y quizá ilegal
El pasado viernes 27 de enero, cuando se celebraba el Día de Conmemoración del Holocausto, el presidente Donald Trump firmó una Orden Presidencial que prohíbe la entrada de sirios a Estados Unidos, y que además bloquea la entrada de refugiados de otros seis países de mayoría musulmana: Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
Para Trump, se trata de “garantizar que no estamos admitiendo en nuestro país a las amenazas que nuestros soldados están combatiendo al otro lado del océano”. Y añadió: “Sólo queremos admitir en nuestro país a aquellos que lo apoyen y que amen a nuestra gente”.
Estos son los siete motivos por los que el decreto resulta ambiguo, hipócrita, injusto (y quizá ilegal).
Un informe realizado por Charles Kurzman en 2016 sobre el extremismo violento por parte de musulmanes estadounidenses afirma que desde el 11-S “no ha habido muertes en Estados Unidos provocadas por extremistas con orígenes familiares en esos países”. “Desde el 11-S, sólo el 23% de los musulmanes estadounidenses implicados en tramas extremistas violentas tenía orígenes familiares en esos siete países”, añade.
Por citar dos ejemplos, Dzhokhar Tsarnaev (en la imagen), quien puso las bombas en la Maratón de Boston, era un ciudadano nacionalizado estadounidense nacido en Kirguistán; y Omar Mateen, responsable del tiroteo en la discoteca Pulse de Orlando, el mayor ataque terrorista en suelo estadounidense desde el 11-S, había nacido en Nueva York.
De los dos francotiradores de San Bernardino, uno nació en Chicago y el otro, en Paquistán. Además, los terroristas que pilotaban los aviones que chocaron contra el World Trade Centre eran de Arabia Saudí, Egipto, Líbano y Emiratos Árabes Unidos.
Horas después de que Trump firmara la Orden, se empezaron a conocer casos de la gente a la que se impedía la entrada a Estados Unidos.
Confirmado: El iraní Asghar Farhadi no podrá entrar a Estados Unidos para asistir a los Oscar. Está nominado a Mejor Película de habla no inglesa...
Google ya ha dado el paso de traer a algunos de sus trabajadores a Estados Unidos, puesto que ha reconocido que la medida podría tener graves consecuencias para el mundo de la tecnología, que contrata a talento de todo el mundo con las visas especiales H1-B.
Para los iraquíes que colaboraron con el Gobierno de Estados Unidos, el veto podría suponer una sentencia de muerte.
“El señor Trump, el nuevo presidente, ha matado nuestros sueños”, contó al Business Insider un hombre de Bagdad cuya esposa trabajaba para la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Sin querer decir su nombre, habló del miedo a las represalias por parte de grupos militares.
A una amiga iraquí que huyó del ISIS en Sinjar y lleva meses esperando una visa para reunirse con su marido le acaban de impedir coger su vuelo para Estados Unidos.
Aunque puede ser simplemente una coincidencia, más de un comentarista ha señalado que Trump no tiene intereses comerciales en ninguno de los siete países incluidos en el veto.
A la izquierda: países a los que afecta el veto de Trump.
A la derecha: países donde Trump tiene intereses comerciales.
1. El veto musulmán de Trump va en contra de la ley. La ley de 1965 de Inmigración y Nacionalidad suprimió los orígenes nacionales como criterio para la inmigración.
2. También eliminó la raza y la procedencia como criterios para la entrada. Trump/Bannon han intentado sugerir que el veto no es discriminatorio, pero...
3. Aunque usen su lógica finamente enmascarada de que aplicar el veto a la nacionalidad no lo convierte en un veto basado en la religión, sigue siendo ilegal.
Esta noche las mejillas de la Estatua de la Libertad están cubiertas de lágrimas.
Esto fue lo que tuiteó el republicano Paul Ryan hace sólo unos meses:
Un test religioso para entrar a nuestro país no refleja los valores fundamentales de Estados Unidos. Lo rechazo.
En 2015, el ahora vicepresidente, Mike Pence, dijo:
Las peticiones de vetar la entrada de los musulmanes a Estados Unidos son ofensivas e inconstitucionales.
Hasta Dick Cheney, el hombre que suscribió la tortura de los detenidos durante la Guerra de Irak afirmó que este veto “va en contra de todo lo que defendemos y en lo que creemos”.
El mismo día que firmó su famosa Orden, Trump homenajeó a “víctimas, supervivientes y héroes del Holocausto”.
“En nombre de los caídos, me comprometo a hacer todo lo que esté en mi poder durante mi presidencia, y en mi vida, para garantizar que las fuerzas del mal no vuelvan a vencer a los poderes del bien. Juntos haremos que el amor y la tolerancia prevalezcan en el mundo”, dijo.
Para marcar este día también hubo una cuenta de Twitter que recordó los nombres y las imágenes de algunas de las personas que iban en el barco Saint Louis, que viajó de Hamburgo (Alemania) a Cuba para huir de los nazis.
El navío fue devuelto de Estados Unidos y, de sus 900 pasajeros, 254 fueron asesinados después en campos de concentración.
Mi nombre es Max Hirsch. Estados Unidos me deportó en la frontera en 1939. Fui asesinado en Mauthausen.
Mi nombre es Lutz Grünthal. Estados Unidos me deportó en la frontera en 1939. Fui asesinada en Auschwitz.
Si apoyas el veto a los refugiados, no te atrevas a decir que eres provida. Puedes ir directamente al infierno.
Este post fue publicado originalmente en la edición británica de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano