Siete años después, "nos hemos olvidado de Haití"
Nos hemos olvidado de Haití. Es una de las afirmaciones que hace Mar Domínguez, directora del documental ¡Me llamo Haití, bienvenidos!, que se estrena este jueves en el séptimo aniversario del terremoto que tuvo lugar en 2010 y que acabó con la vida de alrededor de 316.000 personas y que se llevó por delante todo tipo de infraestructuras y edificios públicos y privados, dejando a los haitianos en una situación de precariedad de la que, siete años después, siguen intentando salir.
El estreno del documental se producirá durante el evento cultural 'Junt@s por Haití', organizado por Alianza por la Solidaridad y la Asociación Audiovisual Educar desde la Infancia. Domínguez forma parte de ésta última, que se trata de un grupo de personas que educan a los niños para que ellos mismos puedan contar sus historias y "aprendan a hacer cine". Uno de esos proyectos es ¡Me llamo Haití, bienvenidos!, que comenzó en 2011. El equipo decidió trabajar con los chavales del colegio Charles Moravia de Jacmel, una de las ciudades más afectadas por la catástrofe y que fuesen ellos mismos los que grabasen las imágenes. "Hemos trabajado con un grupo de 15 niños de un colegio público de allí. Les hemos enseñado a moverse delante y detrás de las cámaras", cuenta Domínguez.
Domínguez y sus compañeros han visto, durante seis años, cómo han crecido y evolucionado estos niños. "Al principio, cuando buscaban sus temas para contar, se mostraban muy optimistas", explica, "pero año tras año, han ido creciendo y se han vuelto muy críticos y activistas". Comenzó trabajando en 2011 con niños de ocho y doce años, ahora algunos de ellos ya son mayores de edad. "Ahora lo ven todo de otra manera", relata Domínguez.
Tanto ella como sus compañeros han vivido una experiencia "muy bonita". Pero también han pasado momentos muy duros: "Uno de ellos fue llegar la primera vez y ver Puerto Príncipe... Era una ciudad como el infierno de Dante. Con gente desnuda andando por la calle, humo... Era como una alegoría de lo horroroso".
Pero, a pesar de eso, su película "no se recrea en la miseria y en la pobreza". Los chicos cuentan distintas historias a su manera. Aunque Domínguez hace un apunte importante: "Fuera del documental, este país sigue fatal. Hay huelgas de Sanidad, han cerrado hospitales, colegios... En Jacmel atienden a los enfermos dos cubanos que no tienen ni aspirinas". Ella intenta verlo desde el lado positivo: "Hay pequeños proyectos que funcionan y solucionan la vida a grupos reducidos de gente". Aunque opina que "nos hemos olvidado de Haití y, si sigue así, este país no va a avanzar nunca".
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