La NASA prepara una misión para explorar detalles ocultos de los agujeros negros
Poco a poco, los agujeros negros están dejando de ser un mar de dudas para la ciencia. Un gran paso se produjo en 2016, con la primera observación de las ondas gravitacionales "causadas" por la fusión de dos agujeros negros; el siguiente puede ser la misión que la NASA acaba de elegir para su desarrollo durante los próximos años.
La agencia espacial estadounidense se ha propuesto desvelar todo lo posible sobre los agujeros negros y por eso lanzará, en 2020 según las previsiones, un satélite específicamente diseñado para arrojar luz sobre algunas de las cuestiones más interesantes sobre estos entornos extremos, dotados de una gravedad y una densidad tan grandes que ni siquiera la luz puede escapar de ellos.
La luz es lo más rápido que conocemos, y si ni siquiera ella puede escapar, nada puede hacerlo. Por eso, las teorías físicas existentes no alcanzan a explicar los agujeros negros y las hipótesis que se plantean sobre ellos son divergentes.
La principal razón de esa incertidumbre es que, tal y como ha señalado Paul Hertz, director de la división astrofísica de la NASA, "no podemos ver directamente lo que está pasando en los agujeros negros o cerca de ellos". Pero lo que sí se sabe es que la intensa actividad presente en los agujeros negros puede calentar de manera extraordinaria los gases circundantes, lo que acaba provocando una polarización de rayos X que sí es observable.
Por eso, la próxima misión de la NASA, a bordo del satélite Imaging X-Ray Polarimetry Explorer (IXPE), estará dotada con tres telescopios capaces de medir esa polarización. La esperanza de la NASA es que esta nueva capacidad de observación abra "una nueva ventana en el universo para que los astrónomos puedan mirar a través".
La nave de la misión será desarrollada en Estados Unidos, mientras que los telescopios espaciales que la integrarán serán construidos por la Agencia Espacial Italiana.