Cualquier anfitrión busca agradar a sus comensales: que les gusten todos los platos y que todos queden satisfechos. En ocasiones eso requiere horas de preparativos y continuos viajes a la cocina durante la comida o cena para asegurarse de que todo está en su punto y llegue caliente a la mesa.
Para dosificar esfuerzos en las comilonas navideñas qué mejor que optar por algún plato frío que dé menos trabajo a quien invita y que le permita pasar más tiempo con los suyos que ocupado cocinando. Los pasteles fríos son ideales porque se pueden preparar con antelación —y no ir con la lengua fuera a última hora—, gustan a todos y pueden servir como entrante único o ir acompañados de otros aperitivos.
En CookPad han recopilado 15 recetas de pasteles salados. Algunos —sobre todo los que llevan hojaldre— se pueden servir calientes o templados, pero todos se pueden disfrutar en frío.
La base se hace con galletas crackers, albahaca y mantequilla. Para conseguir la parte de arriba hay que mezclar queso, yogur, semillas de amapola y salami. Todas las instrucciones las encuentras aquí.