El ‘marianismo' minimiza la renuncia de Aznar y no cree que funde otro partido
Día después del ‘aznarazo’. En el PP todos hablan en privado de la decisión de José María Aznar de abandonar la Presidencia de Honor del PP y quedarse como un simple militante. La cúpula popular minimiza los efectos que puede tener y piensa que el expresidente no llegará a fundar un nuevo partido, según fuentes del partido.
En Génova, apuntan las fuentes consultadas, esperan que Aznar no aumente sus críticas al partido a partir de ahora, aunque tampoco prevén que desaparezcan por completo. “Seguirá como siempre”, apunta un dirigente de máximo nivel.
El intento de todas las personas cercanas a Mariano Rajoy a lo largo de todo el día ha sido templar la situación, evitar las críticas y repetir expresiones como que es un “referente”. Además, las fuentes creen que era un paso lógico del expresidente tras la desvinculación formal de Faes del PP.
Asimismo, en Génova relacionan esta marcha con que una Faes despolitizada necesita financiación privada, por lo que no sería coherente que Aznar siguiera con un cargo de esa relevancia en un partido político. Otro aspecto a tener en cuenta es el endurecimiento del control a las fundaciones desde las reformas de la Ley de Partidos y del control financiero.
EL PP SE PLANTEA CREAR OTRA FUNDACIÓN
¿Y ahora qué va a hacer el PP respecto a los think tanks? En la formación conservadora se plantean diversas opciones. Hay partidarios de repensar este modelo, tras los fracasos en España de Faes -divorcio con el PP- y de Ideas en el PSOE. En el abanico de posibilidades, aparecen la de crear una nueva o impulsar la fundación Humanismo y Democracia, con fuerte vinculaciones con el partido.
Una de las cosas que no ha pasado desapercibida en la familia popular fue la elección del día por parte de Aznar para anunciar la decisión: Rajoy estaba en Nueva York presidiendo una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU y en Génova presentaban el nuevo sistema de “doble vuelta” para elegir a sus líderes.
En el PP también dicen que la redacción de la carta corresponde totalmente al estilo de Aznar, “todo medido” y con tono sobrio.
Lo que nadie cree en Génova es que Aznar se vaya a atrever a fundar otro partido. Entre otras cosas, piensan que está centrado en su labor en Faes y en sus relaciones internacionales. Además, creen que tampoco tiene a su alrededor muchos dirigentes jóvenes con los que impulsar una nueva formación.
La situación actual de Aznar con la dirección del PP, como apunta un miembro del Gobierno, era como la de un padre que ha dejado la empresa a sus hijos y quiere seguir interviniendo y opinando. Lo que está claro es que ahora ya el Partido Popular no tendrá que escuchar un discurso del expresidente en su próximo congreso -10, 11 y 12 de febrero-, en el que podía haber atacado a Rajoy, como sucedió por ejemplo en el de Valencia de 2008.
Sin Aznar ya en la primera línea del PP, Rajoy encara un cónclave más tranquilo de lo esperado en los últimos meses -donde se llegó a especular con su sustitución-. Ahora el principal foco de debate será si decide mantener a María Dolores de Cospedal como secretaria general tras su designación como ministra de Defensa.
El sector crítico pierde además su gran referente ideológico si pensaba dar alguna batalla interna. Una papel que podría asumir Esperanza Aguirre, pero está muy debilitada dentro de la formación. Al final, Rajoy siempre gana.