El poderoso mensaje final de esta campaña que te dejará helado
Harto de estudiar en la biblioteca de su instituto, Evan decide expresarlo pintando "me aburro" en uno de los pupitres.
Cuando vuelve al día siguiente, descubre con sorpresa que ha recibido una respuesta: "yo también me aburro, encantada de conocerte".
Emocionado, decide responder: "Jajaja, ¡estoy deseando que llegue el descanso!".
En el comedor, busca con la mirada quién puede ser su interlocutora. ¿Será alguna de esas dos chicas que ahora buscan mesa?
Por el pasillo, escruta por si diera con la persona que le responde.
Y regresa al pupitre. Y escribe: "Quizás deberíamos hacer algo guay juntos".
"Suena genial", recibe por contestación días después.
"¿Quién eres?", se atreve, por fin, a preguntar.
Pero cuando busca la respuesta pasados los días, Evan encuentra la biblioteca cerrada.
Es verano y el curso ha terminado. Los alumnos se intercambian los anuarios y se dedican algunas palabras. Es ahí cuando una de sus dedicatorias le delata.
"Hey, muchacho", le dice una joven que ha reconocido la letra. "No puede ser", se sorprende él al verla. "Este es el tío con el que me escribía en la biblioteca", le dice a su amiga entre risas.
De repente, al fondo, una puerta se abre. Un chico deja una mochila en el suelo y saca un rifle.
Todos gritan. Todos corren.
Y tú ni te has fijado en que el vídeo estaba plagado de señales. Indicativos de que una matanza se estaba gestando.
Esta poderosa campaña ha sido ideada por la organización Sandy Hook Promise, surgida tras la matanza de la escuela Sandy Hook de Connecticut (EEUU) en la que murieron una veintena de niños en 2007.
El vídeo lleva, en apenas dos días, un millón y medio de reproducciones. No es para menos.