Un ultranacionalista blanco, el nuevo jefe de estrategia de la Casa Blanca
Steve Bannon, quien fuera director del portal de noticias de extrema derecha Breitbart, famoso por su postura ultranacionalista y que ha sido acusado de antisemitismo, acaba de ser nombrado jefe de estrategia y consejero principal del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Bannon, de 62 años, dejó durante un tiempo Breitbart para pasar a ser jefe de campaña de Trump, hasta que el domingo el presidente electo le dio un gran puesto de liderazgo en la próxima administración.
El domingo Trump también anunció que el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, será su jefe de gabinete.
“Steve y Reince son líderes muy cualificados que trabajaron bien juntos en nuestra campaña y nos llevaron a una victoria histórica”, afirmó Trump en un comunicado de prensa en el que anunciaba los nombramientos. “Ahora tendré a los dos conmigo en la Casa Blanca, trabajando para hacer a Estados Unidos grande de nuevo”.
David Axelrod, el consejero principal del presidente Barack Obama durante su primera legislatura, señaló a través de Twitter el domingo que elegir a Priebus y no a Bannon como jefe de gabinete podría significar que Trump prefiere adoptar un enfoque más “convencional y conservador”.
No obstante, luego tuvo que aclarar que tener a Bannon en la Casa Blanca era “profundamente alarmante”:
Se está hablando mucho. El hecho de que Bannon, de Breitbart, esté en la Casa Blanca es profundamente preocupante. Pero si Bannon fuera jefe de gabinete sería mucho peor. No estoy tratando de normalizarlo. Sólo es un dato.
El nombre de Bannon apareció antes que el de Priebus en el comunicado, lo que sugiere que su importancia en la administración de Trump podría competir con la del jefe de gabinete. El jefe de estrategia y consejero principal del presidente normalmente controla el acceso al presidente y ayuda a gestionar su agenda.
Según el Southern Poverty Law Center (SPLC), que monitoriza grupos de odio, Bannon hizo de Breitbartun recurso de base para los ultranacionalistas blancos y la 'derecha alternativa', un movimiento de extrema derecha asociado a la supremacía blanca, el antifeminismo, la islamofobia, la homofobia y el antisemitismo.
Breitbart funcionó como portavoz de la campaña de Trump y como perro de ataque contra conservadores como el presidente de la Cámara de los Representantes, Paul Ryan, y el senador John McCain, que fueron muy críticos con Donald Trump.
Stephen Bannon fue el principal impulsor para que Breitbart se convirtiera en ese rodillo de propaganda blanca etnonacionalista.
Breitbart ha difundido teorías de la conspiración, como que Planned Parenthood (una organización para la planificación familiar) tenía vínculos nazis o que la asistente de Clinton, Huma Abedin, era una espía de Arabia Saudí. La web publica historias misóginas y racistas; muestra a las mujeres que luchan contra el acoso o los prejuicios sexistas como débiles e incompetentes y describe a las personas de color e inmigrantes como criminales por naturaleza.
Adam Jentleson, portavoz del senador demócrata Harry Reid, afirma que la elección de Bannon “señala que los supremacistas blancos estarán muy bien representados en la Casa Blanca de Trump”. “Es fácil entender por qué el Ku Klux Klan veía a Trump como su campeón”, añade.
El SPLC y la Liga Anti-Difamación (ADL) han expresado su preocupación por esta designación. La ADL lamenta que Bannon y “su 'derecha alternativa' sean tan hostiles a los principales valores estadounidenses”.
La carrera de Bannon hacia la Casa Blanca —al igual que la de su jefe— ha sido sinuosa y poco convencional.
Bannon fue oficial naval de Estados Unidos antes de ganarse una fortuna con varias inversiones en medios de comunicación y bancos. Trabajó en Goldman Sachs como banquero de inversión y, en 1995, comenzó su andadura en la industria hollywoodiense.
Ha participado en la financiación y producción de varias películas como Undefeated, un documental sobre la ex candidata republicana a vicepresidenta Sarah Palin, o In the face of Evil, sobre Ronald Reagan. Además, trabajó en el libro The Clinton cash, que habla sobre las finanzas del matrimonio Clinton y que se publicó poco después de que se conociera la candidatura de Hillary a la Casa Blanca.
Supuestamente se llevó una buena parte con los derechos de la serie Seinfeld, ya que participó en la negociación de su venta en 1993.
Ben Shapiro, antiguo editor de Breitbart, ha tachado a Bannon de oportunista y siniestro.
“[Bannon] es un personaje vengativo y desagradable, famoso por abusar verbalmente de supuestos amigos y por amenazar a sus enemigos”, escribió Shapiro en el Daily Wire en agosto.
Shapiro, que renunció a su puesto en Breibart como protesta el pasado marzo, ya predijo un buen cargo para Bannon si Trump ganaba las elecciones.
“Como las ambiciones de Bannon se limitan a Steve Bannon, le dirá a Trump que está haciendo un trabajo fantástico aunque no sea así”, vaticinaba Saphiro. “Así es como Bannon controla a los inversores y figuras políticas, apostando por su genio político y luego vaciándolos desde el interior”, afirma.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano