Ruta de mercados por Madrid, entre la vanguardia y la tradición
En los últimos años los mercados madrileños han experimentado una notable revitalización y es palpable el esfuerzo, tanto de los comerciantes como de las instituciones, para reivindicar su papel. La búsqueda de una alimentación más saludable y natural así como los nuevos espacios que se han reconvertido en lugares de ocio a los que acudir a cenar o disfrutar de un cóctel han tenido mucho que ver.
Madrid ofrece opciones para todos los gustos. Mientras que algunos se han consolidado como parada obligatoria para los turistas y visitantes, otros mantienen la tradición y buscan reinventarse pero seguir cumpliendo su función de mercado en el sentido más literal de la palabra.
MERCADO DE ANTÓN MARTÍN
Exterior del Mercado de Antón Martín/ CARLOS PINA
Calle de Santa Isabel, 5
El mercado de Antón Martín, que celebra este año su 75 aniversario, se ha consolidado como uno de los más interesantes de Madrid y ha servido para contribuir a la revitalización de la zona de Antón Martín. Sus comerciantes han sabido equilibrar la tradición de los puestos de toda la vida (pescadería, carnicería, pollería, etc.) con la innovación de las propuestas de restauración que se entrelazan en los pasillos del mercado.
Estos negocios reflejan la diversidad cultural del barrio, con propuestas que invitan al visitante a recorrer el mundo a través de su paladar como la taberna japonesa Yokaloka, la Fiaschetteria La Saletta hasta la tienda especializadaEl mar de las algas.
Desde la organización insisten en que no buscan convertir el mercado en una atracción turística, sino que pretenden que la gente de la zona pueda seguir acudiendo a hacer la compra como cada día y a su vez satisfacer a vecinos y visitantes que buscan nuevas experiencias culinarias. Y en la tercera planta del mercado un espacio inusual: la escuela de baila flamenco Amor de Dios que ocupa su espacio en el edificio desde 2002.
MERCADO DE SAN MIGUEL
Uno de los puestos del Mercado de San Miguel/ CARLOS PINA
Plaza de San Miguel, s/n
Es el único mercado de arquitectura de hierro que se conserva actualmente en Madrid ya que a pesar de la remodelación acometida en 2009, todavía se mantiene la estructura original de 1916. El mercado de San Miguel está considerado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento y es un lugar clave en las vacaciones de muchos de los turistas que llegan cada día a la capital.
Recibe alrededor de 4 millones de visitantes al año, atraídos por la variedad de la restauración y oferta culinaria. En sus pasillos, el visitante puede disfrutar de un viaje a lo largo de la gastronomía española: embutidos, marisco, encurtidos y por supuesto dulces. También tiene su hueco la gastronomía internacional con puestos como el italiano dedicado a la mozzarella y la burrata.
MERCADO DE LOS MOSTENSES
Uno de los nuevos negocios del Mercado de los Mostenses/ CARLOS PINA
Plaza Mostenses, 1
El mercado de los Mostenses ocupa el lugar del antiguo mercado de Santo Domingo, construido en 1883, y que se mantuvo como uno de los mercados más importantes de la ciudad hasta que se derribó en 1920 debido a las obras de remodelación de la Gran Vía. Fue en 1946 cuando se volvió a edificar en la Plaza de los Mostenses y desde ese año la estructura del mercado permanece intacta.
Los Mostenses tiene una función esencialmente práctica, un lugar al que acudir a diario para hacer la compra y al que también van numerosos hosteleros de los negocios de la zona. Quizá lo más singular de este mercado sea el choque cultural que se puede apreciar en sus pasillos. Junto a los puestos de las familias de toda la vida conviven otros más nuevos entre los que destacan los de origen asiático que ya suponen aproximadamente un 40% del total. Ha sido precisamente la comunidad china, junto con la peruana, la responsable de revitalizar el mercado y de ofrecer platos y productos originales y de calidad.
MERCADO DE LA CEBADA
Frutería 'Pedro Díaz' en el Mercado de la Cebada/ CARLOS PINA
Plaza de la Cebada, s/n
La plaza de la Cebada cuenta con un mercado desde el S.XVI, cuando albergaba un espacio de venta de cereales. La estructura actual es de 1958 y desde la organización intentan montar eventos para darlo a conocer y a su vez reivindicar el papel de los mercados en la rutina diaria de los vecinos del barrio de La Latina.
Una muestra de ello es el Nómada Market, una feria de diseño independiente que ya se ha celebrado en cuatro ocasiones en el Mercado de la Cebada. Además, también han organizado dos eventos musicales que han conseguido reunir a casi 20.000 personas. Por los pasillos, algunas curiosidades como el local Té y mi Gordy en el que un cartel indica que todavía se puede pagar en pesetas.
MERCADO DE SAN ANTÓN
Planta baja del Mercado de San Antón/ CARLOS PINA
Calle de Augusto Figueroa, 24B
Inaugurado en el 2011, el actual mercado de San Antón es uno de los más concurridos de Madrid. Poco tiene que ver ya con el mercado que ocupaba su lugar desde 1945 al que acudían los vecinos de la zona a hacer sus compras diarias. Hoy los puestos tradicionales han dejado paso a otros más gourmet en la planta inferior y a locales de restauración en las plantas superiores. Mención especial merece la azotea con vistas al barrio de Chueca en la que se mezclan residentes y turistas para disfrutar de unos cócteles.
El mercado, que está construido con materiales sostenibles, también tiene un espacio dedicado a la cultura gracias a la sala de exposiciones Espacio Trapézio en la que se dan cita tanto artistas reconocidos de la ciudad como jóvenes emergentes que buscan un lugar en el que presentar sus trabajos.
MERCADO DE CHAMARTÍN
Fachada exterior del Mercado de Chamartín/ CARLOS PINA
Calle Bolivia, 9
En pleno distrito de Chamartín se sitúa este mercado que se caracteriza por la gran calidad de sus productos y por su servicio al consumidor. "La lucha de este mercado es que continúe siendo un mercado de abastos y que la hostelería sea un mero complemento", comenta a El Huffington Post Javier Ollero, que además de ser el presidente de la Federación de Mercados es el responsable de uno de los puestos más veteranos del mercado.
Construido en 1962, mantiene la esencia de sus inicios a pesar de las reformas y los cambios. Se trata de un "esquema de mercado tal y como se diseñó", comenta Ollero. Con sus 69 puestos, se definen como el "auténtico mercado gourmet", pero no en el sentido más estricto de la palabra sino refiriéndose a la dedicación y el conocimiento del producto de los trabajadores.