Día Internacional de la Niña: "De camino al colegio puedo perder la vida"

Día Internacional de la Niña: "De camino al colegio puedo perder la vida"

CARLOTA E. RAMÍREZ

Tienen entre 15 y 17 años, pero nadie lo diría al oírlas hablar. Sus gestos, su voz y la forma que tienen de expresarse hace que uno sienta que ha vivido poco a su lado. A su temprana edad, Yadis, Shatabdi y Sabina, de Colombia, India y Nepal respectivamente, han sido testigos de situaciones que ninguna niña debería vivir. Son embajadoras de la ONG Plan Internacional y están en Madrid este martes por el Día Mundial de la Niña, con el objetivo de visibilizar los problemas y dificultades que sufren las menores de edad en todo el planeta.

Según un estudio de Plan Internacional, las niñas son el grupo más excluido en el mundo y se enfrentan a la discriminación y la violencia simplemente por ser jóvenes y mujeres. Millones de ellas ven negado su derecho a la educación, a participar activa y equitativamente en la sociedad, a tomar decisiones sobre su futuro y a estar protegidas de la violencia. Por eso se ha creado el movimiento Por Ser Niña, que cuenta con la ayuda de adolescentes como Yadis, Sabina o Shatabdi y que busca garantizar la justicia para todas las niñas para que puedan aprender, liderar, decidir y prosperar.

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Yadis Xiomara tiene 15 años -aunque comenzó a luchar por sus derechos con 9- y vive en el municipio de Buenos Aires, a 500 kilómetros de Bogotá. "Vengo de portavoz de las niñas de mi país, para visibilizarlas y empoderarlas", cuenta a El Huffington Post. Participa en proyectos de participación, protección y gestión de desastres con perspectiva de género.

Yadis rebosa la energía típica de una adolescente de su edad. Parece acostumbrada a recitar de carrerilla los problemas que sufren las niñas en su país: "Muchas veces el hecho de ser niña conlleva tener destinado un rol que cumplir. Somos las que vamos a ser madres o a encargarnos del hogar", cuenta. La joven destaca que no es que les "incomode" tener que hacerlo. El problema, según ella, "es que hay muchas niñas y mujeres que tienen otro tipo de visiones: quieren estudiar, ser profesionales... Y el hecho de ser niñas a veces limita esas oportunidades".

Queremos educación de calidad

Otro de los problemas de los que habla Yadis es la educación: "Muchas queremos educación de calidad. Si la hay, habrá mejores profesionales y el país se desarrollará mejor", explica. Ella viene de una zona rural de Colombia, donde es difícil llegar al colegio por las distancias y, además, es una zona afectada por la guerrilla. "Al ser una zona montañosa se ha visto a veces la presencia de grupos armados con artefactos explosivos, y esto se ha cobrado la vida de algunas niñas", señala con una normalidad que asusta. "Esto genera mucho temor: pensar que tengo ganas de salir adelante pero que de camino al colegio puedo perder la vida o sufrir algún tipo de abuso por las largas distancias".

Por si fuese poco, la joven suma a esto la dificultad de acceder a una educación superior: "No tenemos universidades o facultades cerca y la situación económica de muchas familias limita a las niñas a la hora de estudiar. Ahí es cuando dicen: 'no voy a ser doctora, voy a ser mamá". Yadis cuenta que muchas de estas niñas acaban en la minería y en la agricultura y aclara: "Son también trabajos. Pero no queremos que las niñas entren sin más a la minería o a la agricultura, queremos que sean las ingenieras las que lo hagan".

"Hace falta la participación de las niñas en los procesos de toma de decisiones", explica la joven. "Además, la falta de conocimientos de sus derechos sexuales y reproductivos hacen que muchas niñas no tengan claro su proyecto de vida y se crean que tener una familia es realizarse", asevera. Y añade rotundamente: "Queremos ser madres pero también profesionales".

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Shatabdi tiene también 15 años y vive en un barrio de Nueva Delhi (India). "Estoy aquí porque en mi país, todos los temas importantes tienen que ser consultados a los hombres". Como en Colombia y en Nepal, en la India las mujeres no tienen mucho acceso a la educación, "por lo que hay más desempleadas, tienen menos confianza en sí mismas y menos oportunidades", señala.

Durante años, Shatabdi ha visto a su alrededor cómo en su comunidad la mayoría de las niñas abandonan la escuela cuando son obligadas a casarse siendo adolescentes. Shatabdi colabora con el proyecto 'Ciudades Seguras', con el que trata de mejorar la seguridad en las calles que llevan a los institutos y escuelas. Se encarga de encontrar los lugares inseguros del camino y hablar con las autoridades competentes para que lo solucionen. Gracias a este trabajo, el proyecto 'Ciudades Seguras' ha conseguido reducir casi en un 90% los casos de acoso que ocurrían cerca del colegio de Shatabdi.

No quiero tener miedo al ir a clase

Además, la joven ha asistido a clases que organiza el Gobierno de defensa personal y ahora enseña a otras niñas a defenderse para poder sentirse más seguras. "Cuando me di cuenta de que los niños teníamos derechos me dije que tenía que lograr ciertos objetivos, como no tener miedo al ir a clase, así que me puse con ello", relata.

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Sabina Shrestha, de 17 años y de Nepal, cuenta situaciones parecidas a las de sus compañeras. "Uno de los problemas más grandes de las niñas en mi país es el matrimonio infantil", dice. Ella trabaja con otros jóvenes, hablando y orientando a otros niños y niñas sobre derechos de la infancia y protección infantil. Además del difícil acceso a la educación ya mencionado por las otras dos jóvenes, Sabina añade el hecho de que las mujeres tengan que callar frente a las órdenes de sus maridos. En su país, se considera que las familias que no tienen hijos varones no se salvarán al morir y, por eso, su padre ha sido muy criticado en su comunidad: tiene cuatro hijas, ningún chico.

"Cuanto mayor es la niña a la hora de casarse, más dote tiene que pagar, por eso la edad de muchas de ellas al contraer matrimonio es muy baja", explica Sabina, "y claro, la herencia de la familia siempre irá al hijo varón". "Mis padres han sido muy criticados por no tener hijos varones, hasta el punto de que muchos fuerzan a mi padre a tener un segundo matrimonio", lamenta. "Mi padre siempre me ha dicho que tengo que hacer cosas en la comunidad, que no tenga miedo", dice. Así es cómo Sabina decidió colaborar con distintos proyectos sobre empoderamiento. "Las chicas podemos hacer cosas por nosotras mismas, podemos ir al colegio, empoderarnos y vivir en la misma sociedad que ellos. Quiero hacer de mi comunidad un sitio mejor para nosotras", concluye.

Hoy por hoy, Sabina ha conseguido frenar varios matrimonios infantiles ofreciendo protección a las niñas contra esa práctica. Además, a raíz del movimiento Por ser Niñas ha participado en la creación de un equipo de fútbol femenino para animar a las niñas a salir al espacio público y romper estereotipos.

Las tres jóvenes sonríen mientras cuentan su historia. Están contentas de poder venir a España y visibilizar a las suyas. Saben que tienen que seguir defendiendo sus derechos; no sólo por ellas, también por todas las que vienen detrás. Y, a la vista de los datos, parece muy necesario que se les escuche y se pase a la acción para encontrar soluciones.

ALGUNOS DATOS SOBRE LA SITUACIÓN DE LAS NIÑAS EN EL MUNDO

  • Alrededor de 14 millones de niñas son obligadas cada año a casarse a pesar de los acuerdos internacionales que condenan esta práctica. Casi 39.00 niñas se casan cada día.
  • Cada dos segundos una niña es obligada a casarse: el 14% de las niñas de países en desarrollo se casan antes de cumplir 15 años, algunas sólo con 5.
  • Las niñas sin educación son tres veces más propensas a contraer matrimonio antes de los 18 años.
  • En África, 100 millones de niñas -de 10 años en adelante- han sido víctimas de la mutilación genital femenina.
  • La mutilación genital femenina está asociada a problemas de salud como hemorragias, infecciones, trastornos psicológicos, dificultades en los partos...
  • 50.000 niñas mueren cada año debido a problemas durante la gestación o el parto.
  • La mortalidad infantil se incrementa hasta en un 50% en hijos de madres menores de 20 años.
  • Cada año hay alrededor de 1.2 millones de embarazos no planificados en adolescentes.
  • El 50% de las agresiones sexuales mundiales las sufren niñas menores de 16 años.
  • Según la OMS, aproximadamente un tercio de las mujeres de todo el mundo experimentarán violencia de género por parte de su entorno personal.
  • Cada año extra de educación de una madre reduce la posibilidad de mortalidad infantil de sus hijos entre un 5% y un 10%.
  • Alrededor de 500 millones de jóvenes viven en hogares que sobreviven con menos de 2 dólares al día.
  • Sólo el 38% de las niñas afirman tener la posibilidad de decidir sobre su matrimonio.
  • Alrededor de la mitad de las niñas afirman que nunca o raramente tienen la oportunidad de decidir si se quedan embarazadas.

Fuente: Plan Internacional