El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ha dicho este viernes que es necesaria una "investigación de los crímenes de guerra" cometidos por Rusia y el régimen sirio en Alepo, donde ambos mantienen una "estrategia para aterrorizar a los civiles" con ataques sobre hospitales que van "mucho más allá de lo accidental".
"Rusia y el régimen (del presidente sirio, Bachar al Asad) deben al mundo más que una explicación sobre por qué siguen atacando hospitales, e instalaciones médicas, así como niños y mujeres", ha dicho Kerry en una comparecencia junto a su homólogo francés, Jean Marc Ayrault, en el Departamento de Estado.
"Estos son actos que exigen una investigación apropiada de crímenes de guerra, y aquellos que los han cometido deberían rendir cuentas por esas acciones", ha añadido Kerry.
LAS BOMBAS SIGUEN CAYENDO SOBRE ALEPO
Los repetidos bombardeos a hospitales de la ciudad siria de Alepo por parte de la aviación del régimen sirio y la rusa "van ahora más allá de lo accidental, mucho más allá, años más allá de lo accidental", ha sostenido Kerry.
"Esta es una estrategia coordinada para aterrorizar a los civiles y matar a todos y cada uno de aquellos que estén en el camino de sus objetivos militares", ha asegurado.
Kerry ha denunciado que "anoche el régimen sirio atacó otro hospital más, lo que causó la muerte de 20 personas e hirió a otras 100", y ha asegurado que en su reunión con su homólogo francés, hablarían "sobre cuáles son los posibles próximos pasos" para responder a ese tipo de ataques.
EL ASEDIO DEL SIGLO XXI
"Pretendemos determinar de forma conjunta cuál es la mejor manera de enviar el mensaje más fuerte posible sobre las acciones que pueden tomarse para afrontar estos bombardeos en Alepo, este asedio en el siglo XXI, este completo asedio de gente inocente", ha agregado Kerry.
Estados Unidos suspendió el pasado lunes la cooperación con Rusia para la búsqueda de un arreglo al conflicto sirio por la ofensiva de las fuerzas sirias y rusas en Alepo, que comenzó el 22 de septiembre.
Según los datos aportados esta semana por la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde el 23 de septiembre hasta el 2 de octubre, un total de 342 personas han muerto por las hostilidades en Alepo, de las que 106 eran niños; y 1.129 han resultado heridas, 261 de ellas menores de edad.
Cinco años de guerra en Siria
Entre los muertos hay alrededor de 80.000 civiles, incluyendo 13.500 niños.
Se teme sin embargo que el número de fallecidos sea mucho mayor, con un número indeterminado de muertos encarcelados por el régimen de Bashar al-Ásad, los rebeldes y los yihadistas.
Una investigación de Naciones Unidas publicada en febrero acusó al régimen de "exterminación" en las cárceles y centros de detención.
La ONG francesa Handicap Internacional afirmó a principios de este mes que más de un millón de personas ha resultado herida
Una ONG de ayuda en Siria denunció en enero el bombardeo incesante en hospitales. Estima que se han destruido unos 177 hospitales y han matado a cerca de 700 trabajadores sanitarios desde 2011.
En enero, Estados Unidos dijo que hay 13,5 millones de personas, de una población de 23 millones antes de la guerra, que han tenido que abandonar sus casas.
La organización Save the Children publicó este mes que al menos 250.000 niños viven en estado de sitio, con muchos de ellos obligados a comer pienso para animales y hojas para sobrevivir.
En total son unos 480.000 las personas que viven en estado de sitio, según el alto comisionado para Derechos Humanos de la ONU.
Unos 4,7 millones de sirios han huído a los países conlindantes. "es la mayor población de refugiados por un conflicto en una generación", según dijo en 2015 Antonio Guterres, el entonces jefe de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR).
La mayoría de los refugiados se ha asentado en Turquía, donde hay más de 2,7 millones, según ACNUR.
Más de 630.000 personas se han refugiado en Jordania, según la ONU.
Alrededor de 225.000 han huído a Iraq, y 137.000 a Egipto.
Los refugiados se enfrentan a la pobreza, problemas de salud y tensiones con las comunidades locales. Muchos viven en campamentos con tiendas de campaña y se enfrentan a dificultades para integrarse.
Aunque la mayoría de los refugiados se han quedado en la región, cientos de miles han emprendido un peligroso viaje a Europa. No todos han conseguido llegar con vida a la otra orilla.
Los expertos dicen que el conflicto ha hecho retroceder a la economía siria tres décadas, con casi todos los ingresos desaparecidos y la mayoría de las infraestructuras destruidas.
La economía ha sufrido una deindustrialización masiva porque las empresas cierran, la gente se arruina y el saqueo y la destrucción se han pasado su factura.
Los sistemas educativos y sanitarios están en ruinas.
Las exportaciones han caído en un 90% desde 2011, según un fuentes oficiales, mientras el país está señalado también con importantes sanciones internacionales.
Según el ministerio del Petróleo, las pérdidas directas o indirectas en ese mercado y el gasístico ascienden a 52.000 millones de euros.
Según las ONG, siria vive prácticamente sin luz, con el 83% de la iluminación que ya no funciona.
Según las ONG, siria vive prácticamente sin luz, con el 83% de la iluminación que ya no funciona.
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La guerra ha matado a más de 270.000 personas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un organismo con sede en Reino Unido cuyas fuentes son una amplia red de médicos y activistas de todo el país.
Se teme sin embargo que el número de fallecidos sea mucho mayor, con un número indeterminado de muertos encarcelados por el régimen de Bashar al-Ásad, los rebeldes y los yihadistas.
Una ONG de ayuda en Siria denunció en enero el bombardeo incesante en hospitales. Estima que se han destruido unos 177 hospitales y han matado a cerca de 700 trabajadores sanitarios desde 2011.
En enero, Estados Unidos dijo que hay 13,5 millones de personas, de una población de 23 millones antes de la guerra, que han tenido que abandonar sus casas.
La organización Save the Children publicó este mes que al menos 250.000 niños viven en estado de sitio, con muchos de ellos obligados a comer pienso para animales y hojas para sobrevivir.
Unos 4,7 millones de sirios han huído a los países conlindantes. "es la mayor población de refugiados por un conflicto en una generación", según dijo en 2015 Antonio Guterres, el entonces jefe de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR).
Los refugiados se enfrentan a la pobreza, problemas de salud y tensiones con las comunidades locales. Muchos viven en campamentos con tiendas de campaña y se enfrentan a dificultades para integrarse.
Aunque la mayoría de los refugiados se han quedado en la región, cientos de miles han emprendido un peligroso viaje a Europa. No todos han conseguido llegar con vida a la otra orilla.
Los expertos dicen que el conflicto ha hecho retroceder a la economía siria tres décadas, con casi todos los ingresos desaparecidos y la mayoría de las infraestructuras destruidas.
La economía ha sufrido una deindustrialización masiva porque las empresas cierran, la gente se arruina y el saqueo y la destrucción se han pasado su factura.
Las exportaciones han caído en un 90% desde 2011, según un fuentes oficiales, mientras el país está señalado también con importantes sanciones internacionales.