Los pechos se comen a sí mismos tras la lactancia (y esto influye en el cáncer de mama)
Cuando la lactancia termina, los pechos de la mujer comienzan a devorarse a sí mismos. El proceso, identificado por un equipo dirigido por el biólogo australiano Mathew Naylor, ocurre a nivel celular y puede ser, según el artículo publicado recientemente en la prestigiosa revista Cell, un avance significativo en la comprensión del cáncer de mama.
Durante el embarazo y la lactancia, los conductos mamarios que pueblan los pechos se llenan de células que acaban dando forma a los alveolos mamarios, donde se produce la leche para el recién nacido. Cuando la lactancia termina, esas estructuras se destruyen a sí mismas, en un proceso que implica el aniquilamiento masivo de células.
Lo que los científicos desconocían hasta ahora era por qué ese proceso, que implica una activación del sistema inmune y que debería causar inflamación e incluso un dolor fuerte, no provocaba esos síntomas. Gracias al estudio llevado a cabo en ratones, el equipo ha hallado que la proteína Rac1 juega un papel clave. En ausencia de esta, las mamas de las ratonas presentaban una fuerte inflamación debido a la acumulación de leche y células muertas.
NUEVA DIANA PARA EL CÁNCER DE MAMA
Esta proteína multifuncional, que regula entre otras cosas el crecimiento celular y que se había identificado hasta ahora como un elemento indispensable en la producción normal de leche, aparece ahora como la responsable del cambio de naturaleza de las células mamarias: ella es la que hace que las células epiteliales pasen de ser constructivas a destructivas.
El descubrimiento, que no habría sido posible sin los experimentos de la doctora Nasreen Akhtar en la Universidad de Sheffield, abre una oportunidad para la mejor comprensión del cáncer de mama. Las mujeres presentan un riesgo elevado de sufrir cáncer de mama agresivo entre los cinco y los diez años posteriores a la lactancia, y la teoría hasta ahora ha sido que el proceso posterior a la lactancia podría alimentar el crecimiento del cáncer.
Naylor, el responsable de la investigación, ha señalado en New Scientist que "dado el papel de Rac1 en la eliminación de células muertas, este estudio identifica el papel potencial de la proteína en el tratamiento del cáncer de mama que está por explorar".