Otro joven negro muere tiroteado por la policía mientras persisten las protestas raciales en EEUU
No se sabe aún su nombre. Sí se sabe que tenía 30 años, que se comportaba de manera "errática" y que era negro. Es todo que se conoce hasta ahora de la identidad del último joven afroamericano abatido por la Policía estadounidense.
Esta vez ha sucedido en El Cajón, localidad del estado de California, cuando un hombre desarmado y con problemas mentales ha muerto como resultado de las heridas causadas por los disparos efectuados por los agentes, según señalan los testigos a quienes la Policía ha incautado los teléfonos móviles.
Cuando aún persisten las manifestaciones raciales en otras localidades del país por las recientes muertes de jóvenes negros en Tulsa, Oklahoma, y en la ciudad de Charlestton, en Carolina del Norte, éste último suceso en California puede volver a encender la llama de las protestas y los disturbios.
Precisamente, en la mayor ciudad del estado de Carolina del Norte, se ha llegado a declarar el Estado de Emergencia y el "toque de queda" por los enfrentamientos entre manifestantes y los agentes policiales. La Policía en el país estadounidense es acusada de racismo por una gran parte de la población, que ve cómo mueren abatidos personas de raza negra que no suponían ningún riesgo evidente.
FUE LA HERMANA DEL FALLECIDO QUIÉN AVISÓ
El joven negro, que al parecer tenía problemas mentales, resultó herido por disparos de la Policía en la localidad de El Cajon, aunque finalmente ha muerto por la gravedad de las heridas sufridas, según ha confirmado el Departamento de Policía.
Al parecer, fue la propia hermana del fallecido quien avisó a las fuerzas de seguridad porque el individuo, de quien aún se desconoce la identidad, estaba teniendo una actitud extraña en la vía pública, comportándose como "si no fuera él", según contó su hermana a los agentes cuando solicitó que intervinieran, poco después de las 13.00 horas.
En una rueda de prensa celebrada en la jornada del martes por la noche, hora californiana, el jefe de Policía de El Cajon, Jeff Davis, ha dicho que el sospechoso se negó a cumplir las órdenes del primer agente de Policía que le habló y se metió las manos en los bolsillos del pantalón, para poco después sacar un objeto de uno de los bolsillos actuando "como si fuera a disparar con una pistola", según informa la cadena local NBC San Diego.
El Departamento de Policía de El Cajon ha difundido una fotografía extraída de un vídeo del incidente, en la que se puede ver a dos agentes apuntando con sus armas al sospechoso, quien, a su vez, aparece como si estuviera apuntando a uno de los policías.
LOS TESTIGOS HABLAN DE HASTA CINCO DISPAROS
Según la versión policial, el joven sacó rápidamente su mano del bolsillo y adoptó "una postura de tiro', apuntando a la cara al agente que en ese momento le encañonaba. El segundo agente preparó su pistola eléctrica "taser" para usarla contra el sospechoso pero se desconoce si llegó a darle alguna descarga. El incidente está siendo investigado por la Policía. Antes de que el sospechoso falleciera, el teniente Rob Ransweiler, de la Policía de El Cajón, manifestó que los agentes respondieron al "comportamiento errático" del sospechoso y que el sujeto no obedeció a la petición de levantar las manos.
Los testigos afirman que se escucharon hasta cinco disparos y algunos han denunciado que los agentes abrieron fuego "indebidamente" rápido. Sugieren que la forma de actuar de los agentes policiales pudo estar influenciada por el errático comportamiento del sospechoso, con problemas mentales, y por ser de raza negra, según informa HispanTV.
Tras el tiroteo, aseguran que varias personas se concentraron rápidamente en la escena de los hechos para manifestar sus protestas por la muerte de otro joven afroamericano.
Pocas horas antes, la ciudad de Tulsa era testigo de grandes manifestaciones por la muerte de Terens Crucher de 40 años, quien perdió la vida a principios de este mes mientras caminaba hacia su vehículo con las manos en alto. Su delito, según quienes protestan, ser negro.