Sánchez reta a los críticos con primarias en octubre para elegir líder y formar Gobierno
Golpe de efecto. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha apostado por intentar formar un Gobierno alternativo al PP con las fuerzas del cambio y por convocar primarias el próximo mes de octubre para que los militante elijan al líder de los socialistas y “la posición del partido” a través de esa persona.
Sánchez se ha expresado en estos términos en una rueda de prensa tras la reunión de la Ejecutiva Permanente, en la que ha fijado celebrar primarias el 23 de octubre y el posterior congreso a principios de diciembre. Esto supone abrir una guerra frontal con sus críticos un día después del histórico descalabro del partido en Galicia y País Vasco.
El líder del PSOE llevará esta propuesta el próximo sábado al Comité Federal -el máximo órgano entre congresos-, donde espera ganar la votación. Sánchez ha reconocido que hay que adentrarse en el debate interno sobre qué hacer en el mes que resta antes de que se convoquen terceras elecciones.
Sánchez ha dicho que su "no" a Mariano Rajoy está justificado y no quiere terceras elecciones. Por lo tanto, su opción es intentar un Ejecutivo "transversal" y "amplio" con el apoyo de Podemos y Ciudadanos. En cambio, ha proseguido, hay "significativos" dirigentes del PSOE que prefieren la abstención y dejar a Mariano Rajoy en La Moncloa.
El plan del líder del PSOE es convocar primarias para elegir al secretario general el 23 de octubre -una semana antes de que acabe el plazo para intentar una investidura-. Lo hace, ha comentado, para "dar cauce" al debate ante la división que hay en el partido. En su opinión, hay que "cerrar" esta cuestión e ir "todos a una" gane quien gane.
"Esto es lo que merece la militancia", ha comentado Sánchez, quien siempre ha defendido que tiene el apoyo de las bases frente a las opciones de abstención de algunos barones.
"Lo que no tiene sentido es que yo intente hablar con otras formaciones políticas y se me cuestione desde dentro. Si no se defiende un Gobierno de Rajoy, si no se puede hablar con otras formaciones, que me digan qué se puede hacer. Yo no voy a cruzarme de brazos", ha apostillado Sánchez, que ha comentado que es hora de "hablar claro" dentro de su partido.
La decisión de Sánchez ha irritado a los barones críticos, especialmente a la federación andaluza, que cree que no es el momento de ir a un congreso federal y que apuesta por hacerlo después de que haya Gobierno en España.
EL ENDIABLADO CALENDARIO
Por lo tanto, los pasos serán los siguientes. Primero el sábado habrá reunión del Comité Federal del PSOE, en la que Sánchez planteará la celebración de estas primarias. Ha retado a sus oponente internos a hablar claro en esa cita, aunque se ha mostrado seguro de que conseguirá sacar adelante su propuesta.
El siguiente paso serían las primarias del 23 de octubre, en las que podrían participar los casi 200.000 militantes del PSOE para elegir a su líder. La intención de Sánchez es convertir esta consulta en el "cauce" sobre la posición del PSOE. Él se presentará y defenderá intentar el Ejecutivo alternativo. Si alguien aspira al puesto tendría que recoger avales entre el 2 y el 11 de octubre.
Después de las primarias, apenas quedaría una semana para intentar ese Gobierno, ya que el plazo antes de que se convoquen elecciones es el 31 de octubre. Su idea es que le apoyen Podemos y Ciudadanos a última hora, algo que parece muy improbable ya que las dos formaciones no quieren ir de la mano en este proceso de investidura. Entre los tres partidos suman 188 asientos en el Congreso.
El congreso del partido, en el que solo participan los delegados elegidos por las federaciones, debería ratificar en Madrid a principios de diciembre el resultado de la consulta entre los militantes y serviría para elegir a los nuevos componentes de la dirección. Con toda esta maquinaria, Sánchez busca blindarse en su puesto como secretario general e intentar llegar a La Moncloa con una carambola final.
Sánchez y Luena, en la reunión en Ferraz
Sánchez ha mantenido una larga reunión con los miembros de la Ejecutiva Permanente, en la que ha habido intervenciones a favor y en contra del calendario del congreso. Lo que ha repetido en varias ocasiones Sánchez es que él quiere un PSOE "de izquierdas" y "unido".
En este sentido, ha argumentado: "Hablamos de una decisión trascendental para el PSOE. Si nos abstenemos, el PSOE se posicionará en una situación subalterna respecto al PP y no quiero eso para el PSOE y para la izquierda de mi país. Por eso defiendo que tenemos que intentar liderar una alternativa de gobierno de cambio con todas las fuerzas".
A lo largo del día y al enterarse de los planes de Sánchez, destacados dirigentes socialistas se han mostrado en contra de ir a primarias antes de que se solucione la gobernabilidad del país. Todos miran a Andalucía, que ha hablado a través de los dirigentes Antonio Pradas y Juan Cornejo -personas de confianza de Susana Díaz-. El segundo ha dicho: "No es el momento de celebrar congreso sino de asumir responsabilidades políticas".
También han llegado críticas desde el PSOE de Castilla-La Mancha y de destacados socialistas como Eduardo Madina y José Blanco, entre otros. Dentro de la reunión, se han opuesto a este plan miembros del PSOE andaluz como Micaela Navarro y Antonio Pradas, además de la exministra Carme Chacón.
“Los compañeros que consideren que tienen mejor proyecto que den paso al frente. Si ganan, seré la primera persona en ayudar y garantizar la unidad del PSOE”, ha lanzado contra ellos Sánchez. El PSOE ha explotado (otra vez).