Entre las múltiples costumbres (y palabras) importadas de los países anglosajones en los últimos años, hay una de ellas que parece estar en boca de todos: el brunch. Este término, que ni siquiera es una palabra real, supone la unión de dos conceptos: el breakfast, el desayuno, con el lunch, el almuerzo. De ahí que el híbrido busque justamente eso: unir de forma gastronómica la primera comida del día con la central.
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Son muchos ya los locales que en España ofrecen este concepto, cercano a un aperitivo o a un desayuno tardío pero más contundente. En su carta suele haber una mezcla de propuestas: se une lo dulce (tostadas, croissants, bollos, muffins…) con los lácteos (café, té, yogur), algo de fruta y para rematar un plato salado en el que no suelen faltar los huevos (especialmente bruncheros son los Benedict), el pan (en forma de tostas o sándwiches) y alguna ensalada.
Si eres fan del brunch puedes animarte a hacerlo tú mismo. Con ingredientes frescos, un poco de antelación y algo de maña tendrás una comida para un montón de gente, casera y mucho más barata que en cualquier bar de moda. Aquí algunas de las recetas que proponen desde CookPad .
Recetas de brunch en casa
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¿Quién dijo que la quinoa solamente podía ser salada? Hay un montón de opciones para hacerla dulce, como esta con chocolate. Aquí la receta.
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Si tienes un bol y un horno, tienes estas galletas. En unos 40 minutos tendrás esta receta casera y sana.
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Cuenta su autor que "la flaurgnarde es un postre típico francés, cuya versión más clásica es la que se elabora con manzana". Aquí se ha hecho con manzanas tipo golden, pero la receta se puede hacer de cualquier variedad.
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¿Te sobra macedonia o tienes algo de fruta a punto de pasarse? Esta receta tan pintona (y rápida) es la solución perfecta.
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Nadie dijo que fuera fácil: hacer macarons es un reto, pero tampoco hace falta ser repostero para conseguirlos. Con un poco de paciencia y algo de tiempo lograrás darle forma a esta increíble receta.
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Necesitarás harina, azúcar, leche, aceite, mantequilla, levadura, un huevo… y té matcha, claro. En este caso, en polvo. La receta completa, aquí.
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La base de estos muffins es sencilla. Lo más rico son las pepitas de chocolate, claro… La receta completa puedes verla aquí.
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No, los muffins no son siempre dulces. Esta receta tiene un rico sabor a romero, calabaza y pipas de calabaza, para rematar.
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Apunta: tres huevos, 300 gramos de harina, 200 gramos de azúcar, 100 ml. de aceite de girasol, un yogur, dos cucharaditas de levadura en polvo… y por supuesto un par de buenos limones. La receta completa, aquí.
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Las tortitas siempre quedan muy lucidas, y estas al ser de chocolate, más todavía. Y solamente necesitarás cuatro ingredientes.
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Necesitarás leche, chocolate blanco, nata para montar, frambuesas y ralladura de lima. Eso sí: calcula que necesitarás dejarlo reposar una hora en el frigorífico para que quede perfecto. La receta completa, aquí.
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Este helado tiene alma light. Como dice su autora, el yogur puede ser desnatado y el coulis una mermelada ligera. Tienes la receta completa aquí.
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Son tan bonitas que parecen llevar mucho trabajo detrás, pero te sorprenderás al saber que únicamente necesitarás dos peras, una placa de hojaldre, mermelada, azúcar y licor de manzana. La receta completa, también muy sencilla, aquí.
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Si eres fan de estas galletitas, esta receta casera es sencilla y sana. Solamente necesitarás un montón de semillas diferentes (sésamo, girasol, avena…) y media hora de horno. La receta completa, aquí.
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Para esta tosta tan completa necesitarás simplemente pan, rosbif, pepino, queso crema, miel, mostaza y lechuga. Una receta sencilla y contundente.
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Este plato acepta todo y, como dice su autora, es "casi de aprovechamiento". Además es completísimo a nivel nutricional y muy muy sano. La receta, aquí
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Un desayuno salado y muy completo en el que mezclas los hidratos de carbono que te aporta el pan con la proteína del huevo. Además, es perfecto si lo acompañas con tomate o algo de fruta. Puedes ver la receta y los ingredientes aquí.
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En realidad, una frittata es el equivalente italiano a la clásica tortilla francesa de toda la vida, solo que añadiendo más ingredientes para darle más consistencia. La de esta receta lleva queso blando o fresco, un tomate grande rojo y un p...
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Te da pereza, lo sabemos. Pero en cinco minutos puedes tener un desayuno mucho más completo gracias a un huevo tan perfecto como este. El paso a paso, aquí.
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Esta receta te da el truco perfecto para que el poché no se deshaga: cocer el huevo dentro de un papel film untado con aceite. Ya estás listo para preparar huevos Benedict.
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Una vez cocidos los huevos poché, ya estás preparado para dar el paso a la receta de los Benedict: son los mismo poché sobre una tosta con jamón o bacon y la siempre deliciosa salsa holandesa.
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La mezcla ideal para los amantes del brunch: tiene pan, aguacate y huevo. Además de fácil, está riquísima.
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No es solo rico y nutritivo: es un plato perfecto para Instagram. Subir fotos bonitas es uno de los grandes placeres del brunch, así que ¡anímate! Aquí la receta
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Si eres de los que no se deciden entre preparar guacamole o hummus, este plato aúna lo mejor de los dos. Además, es muy sencillo. La receta completa aquí.
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Necesitarás pocos ingredientes y muy sencillos para que te salgan unas 25: harina, mantequilla, huevo, levadura y sal. Y de ingredientes de relleno lo que más te guste: aquí se ha hecho con nueces, aceitunas, queso parmesano y orégano. La re...
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Es toda una delicatessen, pero puedes hacerlo en casa tú mismo. Es mucho más fácil de lo que parece y necesita pocos ingredientes. ¿Te animas?
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Como cuenta su autor, la salsa espinaler, un clásico de Cataluña, "es perfecta para acompañar conservas". La banderilla, como puedes ver en la receta, es muy sencilla. Solo falta el vermut para terminar de disfrutarla.
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A muchos (sobre todo niños) les cuesta tomar legumbres, pero el falafel es una forma muy fácil de tomar garbanzos. Y están deliciosos.
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Todo es casero, incluidos los propios blinis. Para los acompañamientos necesitarás salmón, jamón, brandada de bacalao… ¡Lo que más te guste!
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El dulzor del queso y el tomate son la base perfecta para la fuerza de las anchoas. Todo con su buen aceite de oliva, que no falte. Facilísima y resultona.
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