Salen a la luz las primeras declaraciones en televisión de Nelson Mandela
Fueron las dos caras opuestas de la Sudáfrica del apartheid. Nelson Mandela y B.J. Vorster. Mientras el primero luchaba para destruir el sistema que segregaba a los negros y les negaba la condición de ciudadanos, el segundo hacía lo posible por apuntalarlo desde el poder. Negro militante uno, político blanco el otro, sus vidas tejen la historia del país durante los años sesenta y setenta. Sus trayectorias vuelven a cruzarse ahora. Justo cuando se cumplen cincuenta años de la llegada al poder de Vorster, sale a la luz las primeras declaraciones en televisión de Nelson Mandela.
Como si el destino no quisiera que la efémeride del sistema que oprimió a los negros hasta 1994 llegase sin recordar las palabras de Madiba, tal y como se conocía a Mandela por el nombre de su tribu natal. Sin que se hiciese presente el ejemplo de uno de los grandes referentes del siglo XX en lo que a lucha civil se refiere.
Las imágenes, hechas públicas recientemente por la Nelson Mandela Foundation, fueron tomadas en 1956, durante una pausa del juicio por traición al que el líder negro se enfrentó, junto a otros activistas, hasta 1961. En ellas, Madiba habla de que "desde el comienzo, el propósito del Congreso Nacional Africano ha sido combatir la supremacía blanca, el intento de unos de dominar a otros".
Cuando Mandela pronunció esas palabras, B.J. Voerster llevaba tres años como diputado en la Cámara Baja del Parlamento de Sudáfrica. Ya para entonces había salido a la luz que, en el pasado, había mostrado simpatías por los nazis. Él se defendió diciendo que “había llegado a creer” en el sistema parlamentario.
Y el asunto no le pasó factura. De hecho, en 1958 fue nombrado Viceministro. En 1961, se hizo con la cartera de Ministro de Justicia. Ostentaba ese cargo cuando su vida y la de Mandela tuvieron su cruce más importante. Fue en el llamado Proceso de Rivonia, que tuvo lugar entre 1963 y 1964 y que se saldó con la pena de cadena perpetua para el activista y otros de sus compañeros de lucha. Ante el tribunal, Mandela dio uno de sus discursos más recordados.
Pero ni a los jueces ni al Ministro les tembló el pulso a la hora de imponer las penas. Tampoco dudaron a la hora de tomar otras medidas, como la que permitió al Gobierno a detener a activistas políticos durante 180 días, sin necesidad de llevarlos ante un juez.
Mientras Mandela cumplía condena en diversas prisiones, cada vez más convertido en un referente internacional, Voerster ascendía por las escaleras del sistema. El 13 de septiembre de 1966, se convirtió en Primer Ministro de Sudáfrica, tras el asesinato de Hendrik Verwoerd unos días antes. Se mantuvo en el cargo 12 años y tomó algunas medidas sorprendentes, que suponían cierta mejora para la situación de los negros.
Murió en 1983, con su carrera política manchada por un escándalo de corrupción. Mandela cumplía el vigésimo año de una cadena perpetua que no sería tal. En febrero de 1990, abandonó la prisión de Viktor Verster y comenzó la actividad política que acabaría definitivamente con el apartheid.