Jeff Bezos presenta los cohetes para recuperar el liderazgo en la carrera espacial
Jeff Bezos ha utilizado Twitter este lunes para dar un golpe en la mesa de la carrera espacial privada. El creador de Amazon y de la compañía espacial Blue Origin ha presentado los dos nuevos cohetes con los que intentará arrebatarle el liderazgo a Space X, la empresa de Elon Musk. Ha aprovechado, además, el momento de mayor debilidad de su competidora, ahora que intenta descubrir por qué uno de sus cohetes Falcon 9 estalló el pasado 1 de septiembre cuando iba a ser lanzado.
Los nuevos modelos se llaman New Glenn y, según la infografía publicada por el propio Bezos, son más grandes y más potentes que el modelo reutilizable de SpaceX. Ambos, uno en dos fases y otro en tres, suponen un paso adelante en la capacidad de la compañía para viajar al espacio. Si los cohetes que había utilizado hasta ahora eran supraorbitales por poco, los New Glenn serán capaces de poner satélites y tripulación en órbita.
Según ha publicado The Washington Post, que también es propiedad de Bezos, la primera etapa de los New Glenn estará integrada por siete motores BE-4, que le darán al artilugio 1,75 millones de kilos de capacidad de empuje a nivel del mar. Está lejos de los 2,3 millones de kilos que tendrá el Falcon Heavy de Space X.
El objetivo de Bezos es que los nuevos modelos estén operativos en la próxima década, aunque todavía no se ha publicado fecha para los primeros vuelos de prueba. "Nuestra visión es la de millones de personas viviendo y trabajando en el espacio, y los New Glenn son un paso muy importante", escribió el empresario, como recoge The Washington Post.
Seguimos trabajando en la investigación sobre la bola de fuego del Falcon. Se está convirtiendo en el problema más difícil y complejo que hemos tenido en 14 años.
Aunque el anuncio de Blue Origin ha sido saludado en redes sociales como un episodio más en una supuesta lucha de “a ver quién tiene el cohete más grande”, lo cierto es que la noticia se produce en un momento transcendental para la industria aeroespacial privada. El liderazgo con el que SpaceX había conseguido hacerse gracias a su proyecto de cohetes multi-vida, que reducirían de manera sustancial el coste de poner mercancías, satélites y personas en órbita, ha quedado en entredicho y tanto Blue Origin como ULA tienen que mover ficha para aprovechar la oportunidad.