El PP corteja a C's en Andalucía para presionar al PSOE y Díaz
En pleno debate de investidura en Madrid de Mariano Rajoy, se están dando una serie de movimientos fuera de la capital que pueden afectar al futuro político del país. No todo pasa en el Congreso de los Diputados. Todo influye, todo puede cambiar.
A dos horas de que Rajoy comenzara a pronunciar su discurso de investidura en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo, el PP difundía este martes que su líder en Andalucía, Juan Manuel Moreno, había enviado una carta a Juan Marín (Ciudadanos) para fomentar una mesa de diálogo permanente entre sus dos grupos en el Parlamento en Andalucía para acordar propuestas en materia sanitaria, educativa, social, de empleo, de infraestructuras, fiscal y de vivienda.
En la misiva, Moreno explica a Marín que cree que muchas de las medidas contenidas en el pacto a nivel nacional de PP y Ciudadanos para la investidura son aplicables a nivel autonómico. Y, además, solicita empezar este diálogo de cara a la próxima negociación de los presupuestos autonómicos.
Esta carta llega después de que Moreno y Marín coincidieran en la Feria de Almería la semana pasada. Esta cita festiva sirve también como lugar de encuentro entre dirigentes de distinto signo, que pasean por las casetas de la Feria del Mediodía y en el recinto nocturno. Hasta allí se acercaron tanto Moreno como Marín. En cambio, la presidenta andaluza, Susana Díaz, no acudió. Sí lo hicieron otros representantes de la Junta como las consejeras María del Carmen Ortiz y Rosa Aguilar.
UN MOVIMIENTO EXTERNO CON CONSECUENCIAS INTERNAS
Hasta el momento, las relaciones entre el PP y Ciudadanos en el sur no había sido muy fluidas. Los naranjas apoyaron la investidura de Díaz como presidenta del Gobierno y los populares se han quejado de que los de Rivera mantengan al PSOE en el Palacio de San Telmo. En el PP, a nivel nacional, se lamentan tanto en público como en privado que C’s siempre es más duro con ellos en todas las autonomías que con el PSOE en el sur.
Pero este movimiento de Moreno supone intentar cambiar el paso. Él mismo lo relaciona con la política nacional. Y una colaboración más estrecha entre estos dos partidos podría convertirse en un serio problema para Díaz y para el Gobierno de la Junta, la joya de la corona institucional de los socialistas.
El Parlamento andaluz está formado por 109 diputados: 47 del PSOE, 33 del PP, 15 de Podemos, 9 de Ciudadanos y 5 de Izquierda Unida. La falta de apoyos de C's al PSOE supone perder las votaciones más importantes para el PSOE en el Hospital de las Cinco Llagas y un mayor acercamiento entre los de Moreno y Marín podría convertirse en un auténtico dolor de cabeza para la gobernabilidad para Díaz, como fue su investidura -lo consiguió al cuarto intento-.
Desde la calle Génova siempre han estado muy atentos a los movimientos de Díaz y su influencia en la investidura. “La clave está en Andalucía”, decía ya uno de los colaboradores más cercanos a Rajoy la noche electoral del 20 de diciembre. La teoría que manejaban era que la sevillana intentaría forzar la salida de Sánchez y hacerse con las riendas del socialismo, permitiendo a la vez la investidura de Rajoy a través de una abstención. Esa sigue siendo la opción favorita en el Partido Popular.
El PP lo ha dicho hasta públicamente y ha pedido ante los periodistas en varias ocasiones a Díaz que intervenga en su partido, que ponga orden y sea responsable. El ruido interno del PSOE beneficia al Partido Popular y han seguido con lupa todo lo que pasaba en el Comité Federal. Díaz se ha convertido en la principal adversaria interna de Pedro Sánchez dentro del PSOE y ha amagado en varias ocasiones con presentarse al próximo congreso federal.
Lo que no había sucedido hasta el momento era un movimiento tan claro político que pueda ser una presión o un desafío a la andaluza en su propio terreno. Ciudadanos ha dicho que no supone ninguna presión para la presidenta, pero si esa mesa de diálogo se hace efectiva, sí afectará directamente al juego parlamentario andaluz.
Durante esta legislatura, el PSOE andaluz no ha tenido en cuenta al Partido Popular y ha minimizado el papel de Moreno. No obstante, el panorama político autonómico cambió tras las elecciones del 26 de junio, ya que el Partido Popular ganó al PSOE y supuso la primera gran derrota de Díaz desde que está al frente de San Vicente.
Ahora todos esperan la reacción de Díaz. Esta petición de diálogo entre PP y C's en Andalucía se produce a la vez que los movimientos internos socialistas de cara al próximo viernes, cuando Rajoy no consiga el apoyo del Congreso a la investidura. Los líderes socialistas de Extremadura y la Comunidad Valenciana, Guillermo Fernández Vara y Ximo Puig, ya han dicho que hay que aclarar qué va a hacer su partido para evitar elecciones.
¿Le dará miedo a Díaz este acercamiento entre PP y Ciudadanos? ¿La inquietud en el poder andaluz provocará un giro en Ferraz? Todo influye en este trémulo escenario político.