Echa de su restaurante en Francia a dos mujeres con velo porque "todos los musulmanes son terroristas"
En pleno debate sobre el uso del burkini en las playas de Francia, la polémica ha vuelto a saltar este lunes en el país después de que un hombre echara de su restaurante a dos mujeres musulmanas que llevaban velo y las llamara "terroristas".
La discusión se ha producido este sábado en Tremblay-en-France, en la región parisina, y fue grabada por una de ellas con su teléfono móvil.
El vídeo, que se ha expandido rápidamente en las redes sociales, comienza en el momento en que las mujeres le recriminan que no quieren ser servidas por racistas.
"Los racistas no ponen bombas ni matan a la gente, los racistas como yo", contesta el propietario, y cuando la mujer le pregunta si ellas han puesto alguna contesta que "los terroristas son musulmanes y todos los musulmanes son terroristas".
La Fiscalía de Bobigny ha abierto este lunes una investigación y la ministra de la Familia, la Infancia y los Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol, ha anunciado que ha acudido a la Delegación interministerial de lucha contra el racismo y el antisemitismo (DILCRA) para investigar y sancionar ese "comportamiento intolerable".
El hombre, por su parte, ha pedido disculpas por lo sucedido y dijo que en verdad no cree lo que dijo.
"Tengo un amigo que murió en Bataclan. Lo mezclé todo", ha dicho en declaraciones recogidas por el diario Le Parisien en referencia al ataque yihadista del pasado noviembre contra esa sala de conciertos parisina.
BOICOT AL RESTAURANTE
El Colectivo Contra la Islamofobia en Francia (CCIF) ha publicado un comunicado en Facebook, con el que buscaba organizar el boicot al establecimiento, con recomendaciones como difundir la noticia para "mostrar la realidad que viven los musulmanes"y hundir la reputación del restaurante en todas las webs en las que aparezca.
Al mismo tiempo, en el texto el CCIF se compromete a prestar ayuda psicológica y jurídica a las dos mujeres agraviadas y a organizar una "movilización estructurada" para conseguir una "condena ejemplar" del restaurador. "Estas semanas que atravesamos son una verdadera guerra de nervios y una prueba de disciplina y de compromiso", añade el comunicado. "En nuestra mano está no ceder en nuestros derechos y avanzar al servicio de las víctimas".