La explicación a los comentados gritos de Carolina Marín en sus partidos
Carolina Marín, doble campeona de Europa y del mundo, se clasificó para las semifinales de bádminton de los Juegos después de barrer a la surcoreana Sung Ji Hyun por un contundente 21-12 y 21-16 en un partido que se prolongó 45 minutos.
Marín, que este martes hace justo un año que logró su segundo título mundial en Yakarta, doblegó a su rival con una exhibición de fuerza y precisión en el pabellón 4 de Ríocentro y espera oponente para las semifinales, que tendrá que disputar dentro de dos días.
La española empezó muy fuerte, rápida y precisa y llegó a ponerse con un 6-1 en cinco minutos, pero la asiática reaccionó para ajustar el marcador y colocarse a un punto (10-9) siete minutos después.
En las redes sociales, la palabra bádminton se convirtió en lo más comentado de la noche y muchos usuarios destacaron los feroces gritos que daba Marín cada vez que lograba un punto. En cambio, la surcoreana permanecía impasible ganase o perdiese, sin pronunciar palabra. Algunos criticaron a la española por ello al entenderlo como un desprecio al rival, mientras que otros aplaudieron el gesto al considerarlo una muestra de entusiasmo y fuerza.
Pero lo cierto es que esos gritos tienen una razón de ser, como explicó la propia Carolina Marín en 2013 en una entrevista con Diario Sur. "Siempre analizo a mi rival antes de jugar. Por ejemplo, a las chinas les influye mucho cuando les gritas porque ven que sigues ahí luchando, que no te rindes. Si no lo haces, piensan que estás apagada y se refuerzan", explicó. Quizá era también el caso de su rival de este martes, el surcoreana Sung Ji Hyun.