Alguien echó agua oxigenada en las piscinas olímpicas, por eso están verdes
Por fin se ha resuelto el misterio del agua verde de las piscinas olímpicas. La explicación, pese a lo que se pueda pensar tampoco es nada del otro mundo, simplemente alguien echó agua oxigenada.
Durante una conferencia de prensa el sábado, la organización de Río 2016 añadieron una posibilidad más a las crecientes teorías sobre por qué las piscinas, donde el domingo empieza a disputarse la competición de natación sincronizada, parecían estanques de agua verde.
Según desvelaron, el pasado 5 de agosto alguien derramó, accidentalmente, 160 litros de peróxido de hidrógeno - más conocido como agua oxigenada - en las dos piscinas de Centro Acuático Maria Lenk, informó el New York Times. El producto neutralizaba la habilidad del cloro para depurar el agua.
El agua oxigenada también se usa para limpiar piscinas, pero no cuando ya se emplea cloro.
"La organización de olímpica dice: el peróxido de hidrógeno es una buena manera de limpiar piscinas, pero no se debe usar con cloro"
La organización no podrá limpiar la piscina a tiempo para la competición de sincronizada. Así que, anunciaron que drenarán la piscina y la rellenarán con casi cuatro millones de litros de agua fresca procedente de la piscina de entrenamiento, informó AP. El portavoz de Rio 2016 Mario Andrada afirmó que se necesitaba una "medida radical" para asegurar la visibilidad de las atletas que iban a competir en la natación sincronizada.
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Aspecto de la piscina en la que se disputará la competición de natación sincronizada
Muchos deportistas se han quejado de que las medidas tomadas hasta ahora hacían que se les escocieran los ojos.
Aún así, solo se drenará la piscina que usarán para competición de sincronizada y no la de los saltos, que sigue pareciendo un pantano, le comentó Andrada a AP.
"Por supuesto que es embarazoso, porque estamos organizando los Juegos Olímpicos. Debería ser azul claro, transparente. Lo podríamos haber hecho mejor y arreglarlo con más celeridad. Hemos aprendido una dolorosa lección de la manera más dura", explicó el portavoz.
El asunto trae de cabeza a los organizadores desde el lunes, cuando empezó a mutar el agua de la piscina de saltos. La de waterpolo y sincronizada empezó a cambiar dos días más tarde.
Hasta ahora, las explicaciones han ido desde la "proliferación de algas" hasta un desequilibrio químico. El viernes, el recinto de salto se cerró temporalmente y "olía a pedo", según un atleta. Aun así, la organización ha asegurado que las aguas verdes no suponen un peligro para la salud de los deportistas.