España roza la tragedia pero sigue viva 87-96
España ha rozado la tragedia este jueves en Río de Janeiro pero sigue viva en el torneo olímpico de baloncesto al ganar a Nigeria, por 87-96, en el primero de los tres partidos que tenía que ganar para estar en cuartos de final.
La explosión controlada de una mochila sospechosa justo antes de comenzar el partido, que provocó una fuerte detonación, ya auguraba una tarde indeseable, aunque no se esperaba que sus efectos se trasladasen a la cancha, donde los de Sergio Scariolo coquetearon con el fracaso de una manera muy arriesga.
El 66-65 a favor de los nigerianos, aunque prácticamente todos ellos nacidos en Estados Unidos, al final del tercer cuarto era algo difícil de digerir por la expedición española en Río, ya que, de caer este jueves, España estaba eliminada.
Aún debieron de sufrir los aficionados de la ÑBA, que tragaron saliva con el 82-83 a 2:58 del final y no respiraron con cierto alivio hasta que Felipe Reyes puso el 82-89 con dos tiros libres a 1:15 del final.
Una estampa que puede explicar bien la situación por la que está pasando en la ciudad carioca la ÑBA es la que ofreció Pau Gasol, sentado prácticamente todo el último cuarto en el banquillo con el partido vivo y después de haber recibido una técnica a poco del final del tercer cuarto.
IMPORTANTE TRANCE
En su regreso a la cancha, a 3:30 del final, el pívot estrella del equipo español ayudó a solventar un trance en el que salieron al rescate primero Rudy Fernández, al inició del tercer cuarto, y Juan Carlos Navarro y Willy Hernangómez, ya en el último.
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También la pelea de Felipe Reyes surtió su efecto en los instantes final para cerrar un choque que podía haber mandado a casa a una España muy deficiente en el apartado defensivo y machacada por Chamberlain Oguchi desde la línea del triple. El escolta nigeriano acabó con 24 puntos tras lograr 7 triples de 12 intentos.
Josh Acognon (12, 3/ T3) y Ekene Ibekwe (11 y 5 rebotes) ayudaron a Oguchi a pasar una mala tarde a una España en la que, a pesar de todo, Pau Gasol fue el máximo anotador y jugador más valorado (16 puntos, 7 y 17). Los buenos minutos de Rudy, Navarro y Willy se tradujeron, respectivamente, en 13, 11 y 11 puntos. Ricky Rubio, muy activo al principio, anotó 15.
Comenzó apretando España de la mano de Ricky para adelantarse 2-11 en cuatro minutos sin aparentes problemas. Y todo el primer cuarto fue plácido hasta terminar 11-25 con los de Scariolo fluidos en ataque y sin dificultades para frenar en defensa al rival.
APAGÓN HABITUAL
Parecía el partido encarrilado, pero uno de los habituales apagones españoles a final de cuarto dejó un 24-38 que mantenía a la Roja en la buena senda en un 41-43 al descanso, tras un parcial de 17-5, que ya avisaba de que las cosas no habían cambiado en España con respecto a los dos primeros partidos.
Algo parecido pasó en el tercer cuarto, a regreso de vestuarios. Rudy calentó la muñeca intentando deshacer el entuerto antes de que fuese a más, pero un 16-0 africano, tras un otra vez cómodo 51-65, dejó las espadas en alto de cara a unos últimos diez minutos en los que España sufrió sobremanera en la cancha, por no acababa de deshacerse de un rival a priori inferior y que podía eliminarle del torneo olímpico. Y también en lo anímico, por ver a Gasol, su gran icono, sentado en el banquillo tras una técnica y abucheado continuamente por la grada.
Afortunadamente para España, la pesadilla acabó sin tragedia para los de Scariolo, a los que, de todos modos, le llegan ahora dos rivales de mucha más enjundia, Lituania y Argentina, a los que está obligado a ganar si quiere estar en los cuartos de final de un campeonato que empezó soñando hasta con el oro.