La verdadera razón por la que los atletas olímpicos muerden sus medallas
Raro es el atleta olímpico que no muerde su medalla al subir al podio en unos Juegos Olímpicos. Se trata de una larga tradición, aunque nadie sabe exactamente por qué lo hacen. Ni siquiera los historiadores olímpicos lo entienden.
"No tenemos ni idea de por qué lo hacen", ha admitido a Business Insider Anthony Bijkerk, secretario general de la Sociedad Internacional de Historiadores Olímpicos. "Hasta dónde yo sé, es una vieja costumbre", ha añadido.
La NBC planteó la cuestión recientemente a dos atletas olímpicas, Natalie Coughlin y Dawn Harper-Nelson, que finalmente revelaron el secreto detrás de esta antigua costumbre: los fotógrafos les piden que lo hagan. "Gritan: '¡Mírame!' Tienes a todos pidiendo que sonrías y que muerdas la medalla", aseguró Harper-Nelson.
¿PARA COMPROBAR SU AUTENTICIDAD?
David Wallechinsky, presidente de la Sociedad Internacional de Historiadores Olímpicos, ratificó esta versión hace años a la CNN: "Se ha vuelto una obsesión con los fotógrafos. Creo que la ven como una toma icónica, como algo que probablemente puedes vender. No creo que sea algo que los atletas querrían hacer por su propia cuenta".
Las declaraciones echan por tierra la teoría que sostenía que el gesto se debía a que históricamente se mordía el oro para comprobar que no era falso, debido a que es un metal relativamente suave y muestra su desgaste cuando está muy usado. Por eso, David W. Lange, de la Corporación de Garantía Numismática de Estados Unidos, explicó a la CNN que los administradores de dinero mordían las monedas para probar su autenticidad.
Y, de hecho, las medallas olímpicas no se fabrican de oro macizo desde 1912. Ahora están compuestas en un 92,5% de plata y únicamente llevan un 1,34% de oro.