No hay nada que pruebe la eficacia del hilo dental

No hay nada que pruebe la eficacia del hilo dental

Man flossing teethDaniel Day via Getty Images

Numerosas organizaciones dedicadas a la salud bucodental defienden el uso del hilo dental después del cepillado de dientes. No obstante, la agencia de noticias Associated Press (AP) ha querido ir más allá para descubrir los fundamentos científicos de esta recomendación. ¿Y cuál ha sido su hallazgo? Que esos fundamentos no existen.

Para desmontar toda la literatura científica de estos diez últimos años sobre el tema, AP ha actualizado 25 estudios que comparan el uso del cepillo de dientes solamente frente al uso del cepillo de dientes junto con el hilo dental. En todos se llega a la misma conclusión: la prueba de la eficacia del hilo dental es "débil, muy poco fiable".

Un estudio publicado en 2015 incluso apunta a la "falta de eficacia" de esta práctica, mientras que otra publicación de ese mismo año concluye que "la mayoría de los estudios no consiguen demostrar que el hilo dental es eficaz para eliminar la placa dental". Sólo un estudio de 2011 asegura que el hilo dental puede reducir la inflamación de las encías, pero los especialistas criticaron este análisis.

HASTA AHORA, LA METODOLOGÍA ERA "OBSOLETA"

Esta investigación también se ha interesado en los estudios a los que hacen referencia los defensores del hilo dental. Y concluye que, o bien se han realizado durante un período de tiempo demasiado corto (dos semanas) o con una muestra demasiado pequeña (25 personas), o bien han "utilizado una metodología obsoleta".

Aun así, tampoco quiere decir que haya que olvidarse del hilo dental. A la espera de que la ciencia se pronuncie sobre la cuestión, Wayne Aldredge, presidente de los periodontistas (especialistas de las encías) de Estados Unidos, sugiere que la eficacia del hilo dental debería estudiarse desde la perspectiva de personas con riesgo a desarrollar enfermedades de encías, como los fumadores y los diabéticos.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición francesa de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano