Sánchez y sus mayores: "La vieja guardia no ha entendido el nuevo PSOE"
La nube negra de la presión sobrevuela otra vez la calle Ferraz. Si Mariano Rajoy (PP) y Albert Rivera (Ciudadanos) empujan con todas sus fuerzas al PSOE hacia la abstención, esta semana también se han sumado a este removimiento de las trémulas aguas socialistas los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.
El pasado domingo González hacía un llamamiento a su partido para que dejara al PP formar Gobierno aunque Rajoy “no lo merezca”. Esto suponía una llamada directa a la abstención del PSOE. Este jueves se ha sumado, de manera más difusa, Zapatero al pedir más diálogo interno en su partido de cara al proceso de investidura del presidente en funciones.
Estas palabras no han sentado bien en Ferraz y en el círculo más próximo de Sánchez. Vuelven a poner la “lupa” sobre ellos, confiesan a El Huffington Post fuentes de la máxima confianza del secretario general, cuando a su entender la presión debería estar en estos momentos en la calle Génova y en Ciudadanos, “los afines ideológicos” a los populares.
El pasado martes Sánchez se reunía con Rajoy en el Congreso de los Diputados y le reiteraba su voto contrario a la investidura. Además, le exigió que se presentara pronto en el Congreso para poner en marcha el motor de la democracia y que buscara los apoyos en las “derechas”, como ya sucedió en la conformación de la Mesa de la Cámara Baja. Rajoy le reiteraba su intención de gran coalición y le amenazaba con que su bloqueo puede llevar a España a unas terceras elecciones.
"GONZÁLEZ SABE QUE EL FEDERAL DIJO 'NO"
Desde Ferraz comentan que las opiniones de los “compañeros” González y Zapatero son “respetadas” por su “experiencias vitales y como presidentes y secretarios generales”. “Tienen un poso para los socialistas, los escuchamos atentamente”, comentan.
Pero continúa así el análisis desde el entorno de Sánchez: “Felipe habla de abstención. Él sabe que el Comité Federal, el máximo órgano entre congresos, dijo el 9 de julio ‘no’ a Rajoy. Por lo tanto, esa abstención no tendría sentido porque el órgano colegiado ha dicho que ‘no”.
González y Sánchez
En ese comité, recuerdan las fuentes, puede intervenir el miembro que quiera. Sánchez basó su discurso en las reuniones que mantuvo a lo largo de aquella semana con todos los barones, quienes “posteriormente hablaron libremente”. “Eso es lo que está defendiendo Pedro”, agregan.
"¿QUÉ MÁS DEBATE QUIERE ZAPATERO?"
“Zapatero habla de más debate… pues Pedro lleva en dos años ocho comités federales”, prosiguen las fuentes. “Más debate interno que lleva esta Ejecutiva y este secretario general…”, añaden como coletilla antes de recordar que Sánchez fue el primer secretario general elegido directamente por los militantes.
“¿Qué más debate quiere Zapatero? ¿Qué ha variado desde el 9 de julio al 5 de agosto? Nada. ¿Qué debate pide Zapatero si la resolución está vigente al cien por cien y no se ha movido nada?”, se preguntan desde el entorno de Sánchez.
Y en este punto dibujan la situación: “Imagínate que nos hubiera ofrecido algo Rajoy. Dices ‘vamos a seguir en el ‘no’, pero vamos a reunir los órganos colegiados para comentar, por ejemplo, que nos ha ofrecido quitar la Religión de las escuelas. Vamos a pensarlo porque es muy nuestro’. Pero te dice gran coalición o una política basada en los ejes de la resolución del Comité Federal. Esa hipótesis nace muerta porque el documento del Comité es precisamente contra un Gobierno del PP. Estamos oyendo unas memeces...”.
En el círculo de Sánchez tienen la sensación de que “la vieja guardia no ha entendido a la bases y el nuevo PSOE”. “Y lo peor es que los barones críticos no lo entienden tampoco. Ya no haces cuatro llamadas y dices que hay que votar esto. Ahora la gente vota en el ordenador en su casa. Esta generación no lo ha entendido”, comentan.
Zapatero, Sánchez y Adriana Lastra
Sánchez mantiene regularmente conversaciones con González y Zapatero, con quienes comenta la actualidad y les pide consejos. Habla más con sevillano que con el leonés. Al primero le suele interrogar sobre cuestiones principalmente de carácter internacional, pues aprecia su papel de estadista y analista. Eso sí, comentan las fuentes, Sánchez ve como una “opinión” las palabras de González y no como una traición. “Es como cuando pides consejos a tus padres, a veces estás de acuerdo y otras no”, precisan las fuentes.
La relación de Sánchez con sus mayores no ha sido precisamente una novela bucólica. González no le apoyó en el congreso en el que fue elegido secretario general, ya que su apuesta era Eduardo Madina. No obstante, en los momentos en los que el liderazgo del madrileño estaba en el precipicio salió a defenderlo frente a los barones críticos por “cultura de partido”. En esta última campaña protagonizaron un acto conjunto el último día en Villaverde (Madrid).
Con Zapatero la situación es más tirante. Se distanciaron especialmente a raíz de que Sánchez criticara la reforma constitucional pactada por el expresidente y Mariano Rajoy en el verano de 2011 para incluir el principio de estabilidad presupuestaria. El leonés lo entendió como una enmienda a su gestión de la crisis. Personas afines a Sánchez también le afean en cambio al exsecretario general que haya estado moviendo los hilos entre bambalinas, especialmente para apoyar el salto de Susana Díaz. Un sector del partido también lo ve detrás de los movimientos para sacar a la luz el nombre de Ignacio Urquizu como valor emergente y posible sustituto. “José Luis siempre está por debajo mareando”, dice un miembro de la Ejecutiva cercano a Sánchez.
Días de deslizamientos tectónicos políticos. El PSOE está bastante dividido por este proceso de investidura. Algunos barones han abogado públicamente por dejar que se forme Gobierno, como Guillermo Fernández Vara, en tanto que otro sector más afín a Sánchez se mantiene firme en el ‘no’ e incluso le animan a buscar una alternativa, como Francina Armengol (Baleares) y Luis Tudanca (Castilla y León).
¿Y cómo está el líder del PSOE? “Bien, tranquilo”, contestan personas de su entorno.