¿Qué arsenal nuclear controlará Trump si llega a Presidente?
Las excentricidades y declaraciones incendiarias de Donald Trump a lo largo de los últimos meses han alimentado chistes, burlas y memes de todo tipo. Pero el candidato republicano a la Casa Blanca tiene opciones reales de convertirse en Presidente de los Estados Unidos de América. Si lo logra, tendrá en su mano el control sobre el mayor arsenal de armas nucleares del mundo. Poca broma, ¿no?
En el caso de ser elegido como sucesor de Barack Obama, Donald Trump tendría la potestad de decidir qué hacer con las casi 2.000 cabezas nucleares que Estados Unidos mantiene activas y también con las más de 2.500 que permanecen "en reserva". Estos son los números que baraja la Federación de Científicos Americanos (FAS en sus siglas en inglés), una institución estadounidense independiente que se dedica a monitorizar la evolución del armamento nuclear en el mundo.
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Durante la administración Obama, Estados Unidos se ha mostrado comprometido con las políticas de "desnuclearización", pero el país posee un arsenal solo comparable con el que tiene otra gran potencia: Rusia. Según los estudios de FAS, Vladimir Putin dispone de unas 4.500 cabezas nucleares, contando las que permanecen activas y las que están en la reserva de las fuerzas armadas rusas.
Que Estados Unidos y Rusia sean las potencias nucleares que podrían provocar la destrucción del mundo no es una casualidad: el arsenal del que disponen es la herencia de la Guerra Fría, una época en la que ambas potencias pugnaron por la hegemonía total sobre el mundo y se lanzaron a una loca carrera armamentística que tuvo varios puntos de inflexión, como la Crisis de los Misiles de Cuba de octubre de 1962.
Según las cifras de FAS, el arsenal nuclear del mundo se ha reducido sustancialmente desde la segunda mitad de los años ochenta hasta nuestros días: en 1986, se contabilizaron alrededor de 70.000 cabezas nucleares en todo el mundo; actualmente, el número asciende a alrededor de 15.000. Queda, pues, mucho por hacer para eliminar la amenaza nuclear, pero la negociación entre Donald Trump y Vladimir Putin sería, seguro, digna de ver.