El fiscal Thomas Steingraus-Koch ha informado este lunes de que el autor del tiroteo de Múnich y su amigo, detenido el domingo, se conocieron en un hospital psiquiátrico donde los dos jóvenes estaban en tratamiento.
Ambos se mantuvieron en contacto tras salir de la psiquiatría y compartir su afición común por los juegos de internet violentos. Además, según han detectado las autoridades, intercambiaban fantasías sobre actos violentos.
Tras la matanza, el afgano se presentó ante la policía y, según ha dicho Steingraus-Koch, del primer interrogatorio quedó la sensación de que "no contaba todo lo que sabía".
Luego se descubrió que había tenido contacto con Sonboly poco antes de que empezará la matanza, a través de un chat que posteriormente borró pero que pudo ser reconstruido por la policía.
Ese fue el punto de partida que permitió llegar a la conclusión de que el afgano se encontró con Sonboly cerca del lugar de los hechos poco antes de que comenzase la matanza.
La reconstrucción de la comunicación entre los dos permite saber que el amigo sabía del interés de Sonboly por el asesino ultraderechista noruego Anders Breivik y que estaba en posesión de un arma.
Además, el detenido habría participado en el la publicación de un mensaje en la red social Facebook en el que se convocaba a la gente a una estación de tren cercana al lugar del ataque. "Se sospecha que el chico de 16 años es un posible cómplice tácito del ataque", ha señalado un portavoz policial.
El afgano será puesto hoy a disposición del juez de instrucción acusado de no denunciar la planificación de un delito.