25 artistas reflexionan sobre la naturaleza urbana en los muros de la Tabacalera en Madrid
“Tabacalera se ha convertido en un punto de reunión, de ebullición social y cultural muy importante para dar vida al barrio y para que la gente salga a la calle”, cuenta Chincheta, una de las participantes del proyecto Muros Tabacalera 2016. Estos días el mural que rodea el famoso edificio del madrileño barrio de Lavapiés ha cambiado de aspecto después de dos años gracias a la iniciativa de Madrid Street Art Project.
En esta ocasión el tema elegida para pintar ha sido Naturalezas Urbanas. “Queremos que la gente reflexione sobre la ciudad contemporánea y el tipo de vida que llevamos, donde la naturaleza no está presente, todo ello a través del arte”, afirma Diana, una de las organizadoras del evento.
Para ello el festival cuenta con 25 artistas, la mitad con un vínculo con Madrid y la otra mitad de fuera. Uno de ellos es Antonyo Marest, quien ha querido hacer un pequeño homenaje a su tierra. Para ello ha utilizado elementos como el hierro y el azulejo. “El trencadís es una de las técnicas que más se usaban en el Mediterráneo”, afirma a El Huffington Post. Considera el mural como un museo al aire libre: “Es un trozo de muro que sin nuestras obras estaría gris, como un campo de concentración”.
La ilustradora Animalitoland coincidió su llegada a Madrid hace dos años mientras se celebraba la primera edición, por lo que le parece un gran honor participar en ésta. Quiere traer la naturaleza con un personaje que siembra las semillas que lleva a cuestas mientras cuida cada brote que sale.
Cuando pinta refleja lo que ocurre en su interior: "Cuando tengo un sentimiento no lo puedo expresar con palabras, entonces lo dibujo. Tendría que buscar palabras que para mí solo se pueden expresar de esta manera. Los sentimientos son difíciles de expresar por voz”, afirma la artista.
Chincheta empezó en el arte en el año 2000, pero no es su oficio ni dedica todo su tiempo a ello. “Es como una enfermedad, una parte importante de mi vida”, lo define. En su mural ha dibujado en el centro una figura llena de color que está rodeada de una ciudad gris, que se va a ir erosionando a lo largo de los años mientras la persona permanece.
También cree que este tipo de propuestas ayudan a que la gente vea con otros ojos el graffiti, que se criminalice menos: “Necesitamos una mayor tolerancia y ayuda a que la gente lo aprenda a valorar con mayor permisividad”.
El proyecto está concebido para que tenga un periodo bianual. Quienes no puedan a pasarse en este tiempo, aquí pueden echarle un pequeño vistazo: