La Alianza libia rompe la resistencia yihadista y reconquista parte de Sirte
Fuerzas de la alianza creada por el gobierno de unidad libio quebraron este sábado la resistencia yihadista y lograron reconquistar gran parte de Sirte, bastión de la rama libia de la organización Estado Islámico (EI) desde junio de 2015.
Según pudo comprobar Efe sobre el terreno, unidades de artillería lograron hacerse de madrugada con el control del puerto mientras la vanguardia de infantería avanzaba hacia el centro urbano, que aún no han conseguido conquistar.
"El objetivo ahora es controlar un área de unos dos kilómetros cuadrados que existen entre la zona del puerto (en el norte) y el centro de la ciudad, donde aún hay bolsas de resistencia", explicó a Efe uno de los oficiales de la alianza.
"Hemos visto combatir hasta a los ancianos y a los niños. Hemos encontrado a uno de 14 años muerto con una pistola en la mano. Algunas mujeres también disparan contra la alianza", agregó.
Hamza Abu Sunaina, portavoz de unas de las brigadas de caballería blindada, explicó, por su parte, que las tropos de la alianza se han posicionado ya en dos estratégicos puntos del interior de la ciudad: la puerta de la isla de Abu Hadi, en la puerta este, y la de Al Zafran, en el oeste.
En su rápido avance, las fuerzas pro gobierno de unidad -en su mayoría procedentes de la vecina ciudad de Misrata- contaron con el apoyo de varias escuadrillas de cazabombarderos MIG y helicópteros artillados, que atacaron distintas posiciones y obligaron a huir a los yihadistas.
(Puedes seguir leyendo tras el vídeo...).
"Nos hemos posicionado en la calle principal. El mayor peligro ahora son los francotiradores apostados en torno a una barriada cercana del campo de Galt, donde se suceden los combates calle por calle", detalló Abu Sunaina.
"No vamos a parar hasta erradicar toda la presencia terrorista en la ciudad" en la que nació y años después, durante el alzamiento rebelde de 2011, murió linchado el dictador Muamar al Gadafi, apostilló.
Responsables médicos indicaron a Efe, por su parte, que en los combates, librados sobre todo en la carretera que conduce al puerto y en las calles que llevan al centro de la ciudad, murieron al menos 11 soldados de la alianza y 30 más resultaron heridos.
UNA OFENSIVA INICIADA EN MAYO
Desde que la ofensiva para liberar Sirte comenzara a gestarse el pasado 4 de mayo, la alianza formada por el gobierno de unidad ha sufrido alrededor de 140 bajas y enviado a hospitales a más de 200 heridos.
La fase actual de la operación comenzó la madrugada del viernes con un asalto a las instalaciones portuarias, que las tropas de alianza lograron conquistar al ocaso, aunque las escaramuzas se sucedieron toda la noche.
Desde esta zona, situada a unos cinco kilómetros del centro urbano, unidades de infantería lograron progresar hasta el interior de la ciudad, donde ya combaten milicias procedentes de Zlitan, Zelten, Nafusa y Misurata.
En una primera reacción, el enviado especial de la ONU para Libia, Martin Kobler, se felicitó por la entrada de las tropas de alianza en la ciudad y se mostró gratamente "sorprendido por el rápido avance" del gobierno que él mismo contribuyó a designar.
En el frente este, son unidades bajo control de la "Fuerza autónoma de protección de las instalaciones petroleras" las que ahora tratan de encerrar a los yihadistas y cortar su retirada hacia las zonas orientales del país.
En ese frente este, y sin coordinación con el resto de fuerzas, también se encuentra un batallón del Ejército regular libio afín al Parlamento en Tobruk que dirige el controvertido general Jalifa Hafter, un exmiembro de la cúpula golpista que aupó a Gadafi, años después reclutado por la CIA y convertido en opositor en el exilio.
Hafter está considerado uno de los principales escollos para la paz en Libia, país sumido en el caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional apoyara el alzamiento y contribuyera militarmente a la caída del régimen de Gadafi.
A TRES BANDAS
En la actualidad tiene tres gobiernos: uno en Trípoli, que la ONU considera rebelde; otro en Tobruk, que reconocen numerosos países, y un tercero, llamado de unidad nacional, que ninguno de los otros dos reconoce y al que apoyan la ONU y la Unión Europea (UE).
Del conflicto han sacado provecho los grupos yihadistas, y en especial la rama libia del Estado Islámico (EI), que en apenas un año ha avanzado desde su bastión en Derna (oeste de Libia) hacia las ciudades de Bengasi (la segunda en importancia del país) y la propia Sirte.