Las claves del 26-J
Show must go on! España vuelve a estar de campaña desde esta medianoche. Los ciudadanos tendrán que depositar su voto el próximo 26 de junio tras el fracaso de los principales partidos a la hora de lograr un pacto de gobernabilidad y con la convicción de que las urnas arrojarán una aritmética parlamentaria endiablada.
Desde el pasado 20 de diciembre muchas cosas siguen igual, pero también ha habido algunos cambios -el más relevante es la confluencia electoral entre Podemos e Izquierda Unida-. Y se vaticina sorpasso al PSOE. El país lleva en campaña prácticamente una año. Y en las sedes de los partidos también son conscientes de que la preión para formar Gobierno lo mas rapido posible será mayor
¿QUÉ DICEN LAS ENCUESTAS?
La campaña comienza caliente con la encuesta preelectoral hecha pública este jueves por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El PP ganaría el 26-J, con 118-121 escaños, mientras que Unidos Podemos sería la segunda fuerza (88-92) y el PSOE pasaría a ser la tercera (78-80). Ciudadanos se mantendría en la cuarta posición, con entre 38 y 39 diputados. En el Hemiciclo también estarían ERC (8-9), PNV (5) y Bildu (3). Coalición Canaria se quedaría fuera.
De esta manera, el CIS también apunta al sorpasso de Unidos Podemos como las últimas encuestas publicadas por medios de comunicación como El País y La Razón.
EL SORPASSO Y LA LUCHA DE LA IZQUIERDA
Esta campaña es vital dentro de la izquierda. Por primera vez el PSOE podría perder la hegemonía en este espectro ideológico en favor de Unidos Podemos. Según fuentes socialistas, el principal objetivo de los de Pablo Iglesias en estos comicios es destruir al PSOE. Los morados se han reivindicado durante las últimas semanas como la nueva socialdemocracia. En Ferraz están convencidos de que superarán finalmente a Podemos -especialmente en escaños- y confían en la movilización in extremis de su electorado, como sucedió en las elecciones de 1993 que ganó Felipe González ante José María Aznar. En cambio, en Podemos están convencidos de que lograrán superar en votos como mínimo a los socialistas gracias al empujón que les ha dado sumar teóricamente al casi un millón de votantes de IU.
LOS BLOQUES IDEOLÓGICOS Y LOS PACTOS
Todas las encuestas auguran que habrá pocas diferencias entre el bloque de la derecha (PP y Ciudadanos) y el de la izquierda (PSOE y Unidos Podemos). Los partidos están condenados a entenderse y sentarse tras el 26-J. Lo que ya se ha demostrado es que el intento de PSOE-Ciudadanos de la breve legislatura no será la opción a explorar. Mariano Rajoy sigue apostando por una gran coalición con el PSOE al modo de otros países europeos como Alemania. Los socialistas siguen prefiriendo un pacto con las fuerzas emergentes de C’s y Podemos. No obstante, algunos giros de Sánchez indican que podría optar por el acuerdo con los morados para llegar finalmente a La Moncloa. Otro sector del PSOE es más proclive a dejar gobernar al PP si Podemos les supera porque entienden que los morados les “comerían” si logran un Ejecutivo de coalición.
Si se cumple la horquilla más alta del CIS, Unidos Podemos y el PSOE superarían al PP y Ciudadanos. De hecho, si se suman los cinco diputados pronosticados para el PNV, tendrían mayoría absoluta y podrían investir presidente a un candidato en la primera ronda.
Lo que sí tienen muchos candidatos claro, según fuentes de los partidos consultadas, es que la negociación debe ser más rápida, tanto por la presión popular como por las señales que llegan de los grandes poderes económicos y extranjeros.
LA ESTRATEGIA DE RAJOY
Al presidente del Gobierno le ha salido bien la jugada. Tras comprobar que Sánchez no le apoyaría y que no tenía los votos suficientes con Albert Rivera tras el 20-D, Rajoy aplicó la técnica de esperar. Eso conllevaba el riesgo de declinar la oferta del rey de presentarse a la investidura. Ese movimiento le alejó de Zarzuela y provocó un gran debate interno del partido. No había conversación en el Partido Popular en la que no se hablara de su relevo y de la llegada de un nuevo líder como Soraya Sáenz de Santamaría, Alberto Núñez Feijóo o Cristina Cifuentes.
Pero Rajoy ha logrado resistir una vez más. Según fuentes populares, el miedo en el partido se esfumó cuando fracasó la investidura de Sánchez y nadie discute su liderazgo en estos momentos -salvo el expresidente José María Aznar y su reducido grupo de seguidores ortodoxos-. El presidente va a plantear una campaña muy en la calle, en la que volverá a vender el sentido común y la coherencia como principales bazas. Eso sí, apuesta por identificar como enemigo principal a Unidos Podemos, y así polarizar la campaña con su mensaje entre la España seria y la España venezolana. De esta manera, en el PP creen que el PSOE les podría apoyar para resistir ante Podemos.
EL DILEMA DE SÁNCHEZ
El líder del PSOE intentó hasta el último momento un pacto con C’s y Podemos para llegar a La Moncloa. Estaba convencido, pero al final llegó la realidad. Han sido meses contra los barones de su partido y contra los números. Y su intento no ha convencido a los españoles, según las últimas encuestas.
El propio Sánchez ha reconocido días antes de que empezara la campaña que su electorado está desmovilizado. Para activarlo, Ferraz ha diseñado una campaña muy en la calle y en la que sobresalen los actos en Madrid. Quieren recuperar los votos perdidos en esta comunidad y además facilitar una mayor presencia en los medios de comunicación. El líder socialista solo compartirá un acto con la presidenta de Andalucía, Susana Díaz. Los dos cerrarán la campaña el viernes 24 en Sevilla. ¿Cómo puede el PSOE luchar con Podemos? Fuentes socialistas dicen que al final no se cumplirán las encuestas del sorpasso y que van a confrontar la capacidad de gestión del PSOE con las “incoherencias” de Podemos. “Hay que dejar a Iglesias en evidencia”, comentan.
EL SUBIDÓN DE UNIDOS PODEMOS
Un corazón como símbolo, un catálogo de Ikea como programa. Unidos Podemos se presenta como la nueva socialdemocracia -las banderas republicanas y del PCE ya no gustan tanto-. El tándem Pablo Iglesias-Alberto Garzón ha sustituido a la pareja de Iglesias-Errejón del pasado 20 de diciembre.
“La sonrisa de un país” es el lema escogido por la confluencia, que pretende aligerar su imagen ante la dureza con la que es criticada por el resto de formaciones. Los ‘morados’ llegan con la intención de arrasar en Cataluña y en el País Vasco y lograr grandes resultados en otras autonomías como Madrid y la Comunidad Valenciana. Como principales novedades en su oferta electoral, destaca la actualización de su memoria económica en la que rebaja en 30.000 millones el incremento del gasto público previsto -que crecería uno 60.000 millones en la próxima legislatura-.
RIVERA QUIERE SER DECISIVO
En la sede de Ciudadanos tienen la convicción de que lograrán los mismos resultados que el 20 de diciembre. Rivera optó por apoyar a Sánchez a través del pacto de ‘El abrazo’ en la anterior legislatura. Los naranjas se centrarán principalmente en Madrid y Barcelona, sus principales graneros de voto. También prestarán atención a Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Andalucía. El objetivo es claro: lograr que se unan los partidos constitucionalistas, ser decisivos y que no gobierne Podemos.
DEBATE A CUATRO
El próximo lunes llegará uno de los momentos más esperados: el debate a cuatro (Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera). En la pasada campaña el presidente del Gobierno solo participó en uno contra el líder del PSOE. Esta vez ha accedido a un enfrentamiento a varias bandas y con la intención también de visualizar una lucha contra Unidos y Podemos.
La Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión (ATV) es la encargada de la organización y el encuentro será moderado por los periodistas Ana Blanco (TVE), Pedro Piqueras (Mediaset) y Vicente Vallés (Atresmedia). Los partidos todavía negocian algunos flecos de esta guerra televisiva.
AUSTERIDAD EN CAMPAÑA
A pesar de que no lograron un acuerdo para reducir el gasto electoral, los principales partidos han disminuido el presupuesto para esta campaña con la intención de no irritar y cansar más a los ciudadanos. El Partido Popular será el que más gaste (unos 8,4 millones de euros), seguido por el PSOE que va a recortar un 30% y le costará unos 6 millones de euros. Los de Albert Rivera se gastarán unos 3 millones de euros y Podemos se ha puesto como tope 2,2 millones.
LAS NUEVAS CARAS Y LAS BAJAS
Los partidos han intentado mantener las listas con las que concurrieron el pasado 20-D, pero han aparecido varios nombres nuevos. En el caso del PP, las principales bajas han sido las del exministro José Manuel Soria y la del diputado Pedro Gómez de la Serna y se han aupado nuevas cabezas de lista como María del Carmen Hernández (Las Palmas) y Teresa Palmer (Baleares).
En el PSOE, las principales novedades son Margarita Robles como ‘número dos’ por Madrid y el filósofo Manuel Cruz, en el mismo puesto en Barcelona. Entre las marchas: Irene Lozano, Carme Chacón y Luz Rodríguez. Si se cumplen los pronósticos del CIS, no entrarían por ejemplo en el Congreso Eduardo Madina -siete por Madrid- y Patxi López -uno por Vizcaya-.
En las listas de Unidos Podemos hay incorporaciones de calado como Manolo Monereo y Diego Cañamero, mientras que no repetirán Victoria Rosell y David Bravo. Ciudadanos sí han cambiado más las listas, por problemas internos en distintas federaciones, y, además, ha fichado a algunas caras televisivas como el humorista Felisuco -número uno por Cantabria- y el presentador Agustín Bravo -cerrará simbólicamente la lista de Sevilla-.
Ahora toca que los ciudadanos voten. Y hay muchos indecisos.